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El hombre de las mil caras

El hombre de las mil caras

El hombre de las mil caras

Contenidos: Imágenes (73’6”-73’12”; 108’16”-108’39” S-) Ideas (corrupción F)

Dirección: Alberto Rodríguez. País:España. Año: 2016. Género:ThrillerInterpretación: Eduard Fernández, José Coronado, Marta Etura, Carlos Santos. Guion: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos; inspirado en la novela ‘El espías de las mil caras’, de Manuel Cerdán Paesa. Estreno en España: 23 Septiembre 2016.

Reseña: 

Francisco Paesa (Eduard Fernández) ha sido hombre de negocios, banquero en Suiza, traficante internacional de armas, gigoló, playboy, diplomático, aventurero, estafador y agente secreto: un espía. En un momento dado, Paesa se ve obligado a huir del país. Cuando regresa al cabo de los años, todo ha cambiado: está arruinado, es incapaz de poner en marcha cualquier negocio – su fama de timador le precede - y su relación con Esther, su pareja en los últimos quince años, parece que toca a su fin.

En estas circunstancias, recibe la visita del ex Director General de la Guardia Civil, Luis Roldán (Carlos Santos), y su mujer (Marta Etura), quienes le ofrecen un millón de dólares por ayudarles a salvar 1.500 millones de pesetas, sustraídas de las arcas públicas. Una oportunidad idónea para que Paesa pueda vengarse del gobierno y mejorar su situación económica, traicionando a su cliente. Con la ayuda de su inseparable socio (Jose Coronado), orquestará una intrincada y magistral operación donde la verdad y la mentira tienen límites difusos. Una farsa digna de los mejores espías y reflejo del ocaso de una época.

Alberto Rodríguez logra imprimir a la narración inspirada por la investigación del periodista Manuel Cerdán un aire de misterio difícilmente respirable, de personajes pícaros atrapados en la teleraña de mentiras y engaños que ellos mismos han tejido. Y ahí hay quien puede llegar al límite de lo soportable, mientras que también cabe aguantar, quizá porque falta el asidero elemental de la unión afectiva y efectiva con las personas, una confianza y un amor que permitan un cambio de vida.

Los responsables de La isla mínima describen con estudiada objetividad, sin ajustes políticos pero tampoco pretendiendo excusar a nadie, las actuaciones de unos y otros, timos, estafas y simulaciones que a veces presentan tintes surrealistas, prueba de lo complicadas que podemos llegar a ser las personas, sobre todo si no conseguimos mostrarnos tal y como somos, nadie es perfecto. Las interpretaciones son buenas. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ