Los estereotipos de género se amortiguan en la enseñanza diferenciada y se destacan sus buenos resultados académicos
A pesar de sufrir los ataques del sectarismo ideológico autodenominado progresista, y de su clara marginación legal en cuanto a la financiación, miles de padres continúan prefiriendo para sus hijos una educación diferenciada por sexo, que puede presumir, no sólo de resultados académicos (indiscutiblemente superiores a la educación mixta), sino del apoyo teórico de numerosos pedagogos y expertos.
Uno de ellos es Alfonso Aguiló, autor de diez libros sobre antropología y educación (varios traducidos a diversas lenguas) y más de trescientos artículos. Ha sido once años director del Colegio Tajamar y actualmente es presidente de la Asociación Madrileña de Empresas Privadas de Enseñanza y vicepresidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza.
Acaba de publicar Educación diferenciada: 50 respuestas para un debate (Digital Reasons), una obra clave como arsenal dialéctico en favor, no sólo de esta opción... sino de que esta opción siga siendo una opción frente a quienes desean hacerla desaparecer.
¿Hay sustento legal en España para la educación diferenciada?
Hay un claro sustento legal para la educación diferenciada en España, y el Tribunal Supremo ha reiterado en varias ocasiones que no puede considerarse discriminatoria. En otros países de nuestro entorno como Francia, Italia o Bélgica, las últimas leyes de igualdad se han manifestado recientemente en ese mismo sentido.
Sin embargo, hay comunidades autónomas que discriminan en los conciertos a las escuelas que hacen esta opción...
A corto plazo es difícil saber cómo van a evolucionar las cosas en este momento en este país, pero si nos fijamos en la trayectoria de la legislación y la jurisprudencia internacional en este punto, hay un claro movimiento a favor de la pluralidad de modelos en educación y en contra de imponer un modelo único en la financiación pública de la enseñanza. Así se pronunció por ejemplo el pasado año el Tribunal Supremo alemán.
¿Qué dictaminó?
Dijo por unanimidad en una importante sentencia que, al no haber acuerdo general entre los expertos sobre cómo potenciar más la educación en la igualdad, los poderes públicos no pueden imponer un modelo único a todas las escuelas del país, y eso aunque estén financiadas con fondos públicos: pueden hacerlo con las escuelas públicas, pero ampliarlo a todos iría contra la pluralidad exigida por la constitución.
Yendo al fondo de la cuestión: ¿qué es lo que se discute?
Hay que partir de diversos datos empíricos, cada uno con su correspondiente debate. Un debate es por qué hay tantas diferencias entre sexos en la enseñanza mixta, tanto en resultados académicos como en las preferencias por materias. Otro es la diferencia de resultados entre enseñanza mixta y diferenciada, bastante favorables a esta última.
Pues se la acusa de "sexista"...
Sorprendentemente, los estereotipos de género se amortiguan en la enseñanza diferenciada. Otro debate se refiere al perfil social de las escuelas diferenciadas, bastante más plural de lo que muchos se imaginan. La cuestión fundamental, a mi modo de ver, es qué modelo educativo aporta más en el avance hacia la igualdad: hay demasiada gente que piensa que con juntar chicos y chicas en clase ya han hecho mucho por la educación en la igualdad, pero quienes han estudiado esto un poco más a fondo enseguida ven que el asunto es un poco más complejo y que, paradójicamente, los resultados en igualdad en educación diferenciada son con frecuencia mejores.
¿Y tampoco es una pervivencia de épocas consideradas “machistas”?
Hay ciertos prejuicios como ese sobre la educación diferenciada. Algunos asocian la educación single-sex a la educación española de la época de la dictadura. Es natural que alguna gente más mayor tenga esos recuerdos y establezca esa vinculación, pero si superan esas impresiones, o bien si se trata de gente más joven, que ha viajado más y conoce más otros ambientes y otras culturas, es más fácil darse cuenta de que la educación diferenciada actual en España es algo totalmente diferente a aquello.
¿Qué ha cambiado?
Es innegable que la enseñanza mixta fue un avance e incluso una necesidad en un determinado momento histórico en España, en el que la mujer estaba relegada a un segundo plano. Pero ahora, desde luego, es bastante discutible que hoy la enseñanza mixta aporte mucho ya por sí misma en esa línea. Nuestra sociedad es totalmente mixta y hay personas que piensan que no pasa nada porque a determinadas edades los chicos y las chicas estén separados en el aula y se concentren más en las cuestiones académicas.
Pero, ¿por qué hacer colegios diferenciados? ¿Qué ventajas tienen?
Creo que la principal razón por la que se promueven y se mantienen esos colegios es porque los alumnos y las familias que acuden a esos colegios están satisfechos con la enseñanza que allí reciben. Creo que las familias buscan sobre todo una buena escuela. Cuando ven cómo funcionan esas escuelas se dan cuenta de que es un modelo muy atractivo. No saben explicar bien por qué, pero los resultados académicos y de socialización son muy buenos, y eso es lo que cuenta.
¿Y esos resultados "calan" en la sociedad?
Me parece que en España está creciendo la aceptación de la educación diferenciada. Pienso que la mejora de la transparencia en los resultados educativos y el avance en el acceso a la información a través de internet y las redes sociales han facilitado un mejor conocimiento de la educación diferenciada, y eso hace que se vayan diluyendo buena parte de los viejos estereotipos bajo los que muchos la conocían.
¿Dificulta la diferenciación por sexos la rentabilidad de los proyectos educativos?
Si el colegio tiene suficiente dimensión, el coste es muy similar. Y si pensamos en las diferencias de coste de dinero público cuando son concertados... creo que ya todo el mundo sabe que el puesto escolar en la concertada es del orden de la mitad que en la escuela pública.
¿Es ésta una batalla exclusiva de algunos sectores de la Iglesia?
Es cierto que en España la mayoría de esas escuelas son de ideario católico, pero si se observa el asunto con una mirada más global, viendo lo que sucede en todo el mundo occidental, se ve enseguida de que la educación diferenciada está presente en ambientes muy diversos: en zonas de élite social y en zonas muy desfavorecidas, en ambientes conservadores y progresistas, en entornos confesionales muy diversos o completamente neutros, etc.
Esto no se conoce...
Sería muy positivo que se debatiera con hondura sobre este tema. Que todos fuéramos capaces de descubrir la trascendencia de avanzar en la mejora del sistema educativo, con los indudables valores que entraña cada uno de los modelos pedagógicos. Y sobre todo que se abandonaran los tópicos, los fundamentalismos pedagógicos y las descalificaciones no argumentadas. Porque hay demasiadas personas para las que la escuela mixta es un principio incuestionable, que ni tiene ni necesita demostración. Lo ven como un dogma que deben imponer a todo el mundo por la fuerza de las leyes.
¿Qué porcentaje de la educación es diferenciada?
En España hay aproximadamente un 2%. En la mayoría de los países anglosajones hay una presencia mayor, normalmente entre el 2% y el 15% de las escuelas. Tanto en Reino Unido como Canadá, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda y demás países de la Commonwealth, la educación diferenciada es algo totalmente corriente y sobre lo que no hay apenas debate. En esos países, además, las escuelas single-sex suelen encabezar casi todos los ranking de mejores escuelas pese a que suele tratarse de una opción minoritaria.
¿Y existe en escuelas públicas?
Basta acudir a internet y ver el último ranking de las 400 mejores escuelas estatales británicas, publicado por The Telegraph con los A-level results 2014, donde además puede verse que entre las 50 primeras escuelas públicas británicas hay 31 escuelas diferenciadas (20 de chicas y 11 de chicos). Teniendo en cuenta que en el Reino Unido solo un 2% de las escuelas públicas son diferenciadas (o sea, 1 de cada 50), entre esas 50 primeras debería haber proporcionalmente solo una diferenciada: eso significa que en el ranking hay 31 veces más de escuelas single-sex que su proporción natural.
¿Cómo está la cuestión a nivel teórico, qué opinan pedagogos y educadores?
El debate en España está bastante contaminado por cuestiones políticas e ideológicas bastante ajenas al debate pedagógico. En la mayoría de los países de cultura anglosajona, como hemos dicho, la educación diferenciada es algo totalmente corriente y que casi nadie cuestiona. En Estados Unidos hay más debate, sobre todo provocado por algunos movimientos feministas y de derechos civiles, pero la realidad es que está habiendo un enorme crecimiento.
¿De qué magnitud es ese crecimiento?
Los últimos datos publicados (ver por ejemplo la revista Time del 2 de diciembre) señalan que en 2001 había apenas una docena de escuelas públicas con clases single-sex y se ha pasado en 2014 a unas 750 escuelas públicas que ofrecen una o más clases single-sex y a unas 850 enteramente single-sex, según los datos del gobierno. En todos esos países hay numerosos estudios sobre sus resultados, con el consiguiente debate sobre sus ventajas e inconvenientes en cada uno de los aspectos de la vida escolar. Un debate bastante más serio e interesante que el que hay en nuestro país y que, francamente, se echa de menos.
Aquí se huye de la cuestión...
No puede imponerse que la educación mixta sea mejor que la diferenciada, ni lo contrario. Habrá alumnos a los que les vendrá mejor una, y a otros otra. No es progresista imponer un modelo único, sobre todo cuando además de ir contra el derecho y contra la libertad, va también contra resultados educativos bien patentes.
¿Qué ha buscado aportar con su libro?
Urge abandonar los tópicos, las descalificaciones y las afirmaciones dogmáticas. Es preciso hacer verdadera investigación sobre qué es mejor para cada alumno, y abrir un debate serio en el que todos reciban información y puedan elegir la educación que quieran para sus hijos.
(*) Entrevista de Carmelo López-Arias