DEI FIDE
Viviendo de la fe en Dios y arraigados en la esperanza que no muere, cantemos en honor de Cristo, movidos por la fuerza del amor.
Porque, conducido en esta hora de Tercia, para ser Víctima de su sagrada Pasión, llevando la Cruz a cuestas, atrajo a la oveja que estaba perdida.
Así pues, nosotros, sus siervos, ya redimidos, le pedimos que se digne liberarnos del mundo, una vez cancelado aquel decreto, que había contra nosotros y nos era contrario.
Se lo pedimos al Padre, al Hijo, y al Espíritu que de ambos procede; que la Trinidad omnipotente custodie a cuantos la invocan, Amén.
QUA CHRISTUS
Te pedimos, Señor, que, a quienes Te celebramos en la misma hora en que padeciste la sed y el tormento de la Cruz, nos quieras también enriquecer con la sed de justicia.
Esa sed que confiamos nos la sacies de Ti mismo, y, así, sintiendo aversión al pecado pongamos en las virtudes todo nuestro anhelo.
Y al actuar los dones del Espíritu Santo en los que aúnan sus voces para ensalzarte, consigan moderar los ímpetu de la carne y caldear la frialdad del espíritu.
Se lo pedimos al Padre, al Hijo y al Espíritu que de ambos procede: que la Trinidad omnipotente custodie a cuantos la invocan, Amén.
TERNIS TER HORIS
Conscientes de la plenitud trinitaria de que goza la hora de Nona, invoquemos el nombre santo de Jesús, para implorar la gracia de su perdón.
Pues así como la contesión del buen ladrón mereció la gracia de Cristol, así también seremos dignos de indulgencia por nuestra alabanza y nuestra entrega.
En esta hora en la que la muerte muere por medio del Madero y, tras las tinieblas, retorna la luz, una vez rasgado el horror de los pecados, brille el resplandor de las almas.
Se lo pedimos al Padre, al Hijo, y al Espíritu que de ambos procede: que la Trinidad omnipotente custodie a cuantos la invocan, Amén.