El noviazgo, lejos de todo individualismo, trata de una relación de dos personas que se aman –se sienten amados– y desean lo mejor para el otro
Santiago Populín Such en omnesmag.com
El noviazgo es un primer compromiso –fino y leal–; un período de discernimiento en el que los novios están llamados a alcanzar un conocimiento mutuo para elegir bien, para acertar en el amor. Para aquellos que han sido llamados al matrimonio, la felicidad depende, en gran medida, de la elección de la persona con la que se va a compartir el resto de la vida. Por esta razón, el tiempo de conocimiento mutuo en el noviazgo es importante, pues nadie ama lo que no conoce.
Este conocimiento, progresivo y profundo, ayudará a comprender el carácter, las virtudes y los defectos de la otra persona; también sus gustos, intereses y aspiraciones. Estos elementos conforman a la persona, y ayudarán a discernir en vistas al posible futuro matrimonio. Por eso es importante comunicar lo más íntimo del corazón y aquellos secretos que pueden influir en la vida de los dos. El noviazgo, lejos de todo individualismo, se trata de una relación de dos personas que se aman –se sienten amados– y desean lo mejor para el otro.
Para conocerse es fundamental la transparencia y la virtud de la veracidad. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía (Catecismo de la Iglesia Católica n. 2468). La transparencia y la veracidad son importantes pues en ocasiones el afecto puede dificultar ver los defectos de a quien uno ama. En este sentido, si se desea construir un noviazgo santo –que conduzca a un matrimonio santo– hay que construirlo sobre bases sólidas, en la verdad. Es lo que nos dice Jesús en aquella parábola: Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca (Mt 7, 25). Construir sobre roca, en la verdad, es un cimiento para establecer relaciones sólidas y duraderas.
¿Qué se debe tener en cuenta para conocer mejor al otro?
Estos son algunos consejos para llegar a ese conocimiento progresivo y profundo:
– Conoce a sus amigos, ya que en general la amistad es entre iguales, o entre personas muy parecidas. También será significativo si tiene pocos amigos o no los tiene.
– En la mayoría de los casos las personas son el reflejo de sus padres y de su ambiente. Por eso es conveniente que los novios conozcan a la familia de ambos; puede ayudar preguntar a tus seres queridos cómo ven a esa persona.
– A medida que el noviazgo se vaya consolidando y en vistas a un posible futuro matrimonio, hay ciertos temas fundamentales que es necesario conversarlos para llegar a conocer al otro en su integridad como persona. Por ejemplo:
Al reflexionar sobre estos asuntos seguro advertirás que conocer a una persona requiere tiempo y no es algo inmediato. Es importante tener en consideración que, en general, los matrimonios que surgen de noviazgos muy cortos suelen ser conflictivos. Por ello, vale la pena dedicar tiempo de calidad y conocerse bien, pues los noviazgos sólidos terminan en matrimonios sólidos.