Con el canto de laúdes y la Meditación final, han concluido esta mañana, 3 
de marzo, los Ejercicios Espirituales con la presencia del Santo Padre Benedicto XVI. Las Meditaciones han sido propuestas por el Card. Giacomo Biffi, Arzobispo emérito de Bolonia, a quien el Santo Padre se ha dirigido con palabras de gratitud al final de los Ejercicios.
"En la Santa Misa, antes de la oración eucarístico, cada día respondemos a la invitación "levantemos el corazón con las palabras: lo tenemos levantado hacia el Señor" - ha dicho el Papa Benedicto XVI -. Y temo que esta respuesta a menudo sea más ritual que existencial. Pero Vd. nos ha enseñado en esta semana, realmente, a levantar, a elevar nuestro corazón, a subir hacia lo invisible, hacia la verdadera realidad. Y también nos ha dado la llave para responder cada día a los desafíos de esta realidad Usted, realmente, nos ha ayudado a salir de esta gravitación de las cosas de cada día y a entrar en esta otra gravitación del Resucitado y, así, a subir hacia arriba."
Quisiera decirle gracias - ha continuado el Pontífice - también porque nos ha ofrecido diagnósticos muy agudos y precisos de nuestra situación de hoy y sobre todo, nos ha enseñado como detrás de muchos fenómenos de nuestro tiempo, aparentemente muy lejanos de la religión y del Cristo, hay una pregunta, una esperanza, un deseo; y qué la única verdadera respuesta a este deseo, omnipresente en nuestro tiempo, es Cristo. Así Vd. nos ha ayudado a seguir con mayor ánimo a Cristo y a amar más a la Iglesia, la "Immaculata ex maculatis", como Vd. nos ha enseñado con San Ambrosio". El Papa ha concluido agradeciendo al Card. Biffi también "por su realismo, por su humorismo y por ser concreto".