Actualmente, la palabra amor es una palabra equivoca o, si se quiere análoga, lo cual es un gran peligro en una relación donde el amor es lo fundamental.
La felicidad humana depende, en gran parte, de la elección de la persona con la que vamos a compartir la vida. De lo cual se deduce la importancia que tiene el conocimiento de esa persona. Gran parte del mismo tiene que hacerse en el noviazgo.
Toda decisión está relacionada con dos parámetros: información y riesgo. Cuanta mayor sea la información menor será el riesgo. En el caso del noviazgo, la información es el conocimiento del otro.
Actualmente, la palabra amor es una palabra equivoca o, si se quiere análoga, lo cual es un gran peligro en una relación donde el amor es lo fundamental.
Es muy importante que las dos personas tengan el mismo concepto de lo que es el amor y que ese concepto se atenga a la realidad, es decir, a lo que realmente es el amor.
Actualmente muchas parejas fundamentan su noviazgo, y muchas veces su próximo matrimonio, en algo que no tiene nada que ver con el amor, por ejemplo, en el sentimiento. En el sentimentalismo quiero decir. Y así cuando se ven emocionados creen que pueden con todo y cuando esa sensación decae o desaparece creen que el amor ha desaparecido. Esto es frecuentísimo y es causa de muchas roturas matrimoniales.
En los medios de comunicación rara vez se relaciona el amor con la inteligencia ni con la voluntad. A veces ni con el sentimiento. Solo con el deseo. Mucho de lo que aparece en las relaciones que nos muestran los medios de comunicación es sentimentalismo caduco y blando.
El amor es un trípode formado por inteligencia, sentimiento y voluntad. Cuando el sentimiento funciona todo es más fácil, cuando desaparece hay que echar mano de la inteligencia y la voluntad. La inteligencia para saber qué es lo que hay que hacer para seguir queriendo y la voluntad para hacer lo que hay que hacer para seguir queriendo, si no se hace esto es que uno no sabe querer.
Lo cual es frecuente y peligrosísimo, porque cuando uno establece una relación basada en el amor, como es un noviazgo y no digamos un matrimonio, con alguien que no sabe lo que es el amor, se expone a un fracaso rápido.
Para resumir lo que quiero decir es que los novios deberían tener muy claro que piensa el otro de lo que es el amor. Del papel que tienen los sentimientos en el amor, de lo negativo que es el sentimentalismo para una relación amorosa y del papel de la inteligencia y la voluntad tienen en el amor.
Cuando digo que piensa el otro no me refiero a lo que opina de lo que es amor. Me refiero a lo que cree que es el amor. Ya sabemos que una opinión es lo que yo sostengo, una creencia es lo que me sostiene a mí. La diferencia es abismal. La opinión cambia en función del estado de ánimo o las circunstancias. Una creencia, si se alimenta, es estable.
Por tanto, tener una visión solidad y verdadera de lo que es el amor es fundamental para que un noviazgo vaya a más y termine en un matrimonio seguro.
Nadie empezaría un negocio con alguien que no supiera lo que es el dinero. Con más motivo no se debe ir al matrimonio con alguien que no sepa lo que es el amor.
Las personas ya casadas tendrían que seguir formándose, adquirir conocimientos, buscar ayuda en personas que realmente puedan ayudarlos. Muchas veces se va a quien no puede ayudar.
Querer muchas veces no es fácil y mantener el amor tampoco. Por eso todos necesitamos formación y en muchas ocasiones ayuda.
José María Contreras Luzón en eldebate.com