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20.000 días en la Tierra

20.000 días en la Tierra

20,000 days on Earth
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2014
  • Dirección: Iain Forsyth y Jane Pollard

Contenidos: Ideas (caótico batiburrillo de psicologismo epidérmico, hedonismo supuestamente controlado y difusa espiritualidad F-)

Dirección: Iain Forsyth y Jane Pollard. País: Reino Unido.Año: 2014. Duración: 97 min. Género: Documentaldrama,musicalIntervenciones: Nick Cave, Susie Cave, Warren Ellis, Darian Leader, Ray Winstone, Blixa Bargeld, Kylie Minogue, Arthur Cave, Earl Cave. Guion: Nick Cave, Iain Forsyth y Jane Pollard.Producción: Dan Bowen y James Wilson. Música: Nick Cave y Warren Ellis. Fotografía: Erik Wilson. Montaje: Jonathan Amos.Diseño de producción: Simon Rogers. Distribuidora: AvalonEstreno en España: 7 Noviembre 2014.

Reseña:

   Esta singular película ganó el Premio a la mejor dirección de documental en el Festival de Sundance 2014. En ella, los artistas y cineastas ingleses Iain Forsyth y Jane Pollard (‘Run for Me’) —célebres, sobre todo, en el ámbito del vídeo-arte— combinan drama y realidad para recrear 24 horas ficticias en la vida de Nick Cave, el famoso músico australiano afincado en Brighton. 

   Lo mejor del filme son las minimalistas, sombrías, eclécticas e hipnóticas canciones de Nick Cave & The Bad Seeds, la banda que creó en 1983. Cabe elogiar también la sensacional planificación de Forsyth y Pollard, la espléndida fotografía de Erik Wilson y algunos originales recursos narrativos, como las conversaciones de Cave en su coche con famosos como el actor londinense Ray Winstone, el músico alemán Blixa Bargeld o la cantante australiana Kylie Minogue.

    Mucho menos interés tienen las peroratas que Cave mantiene con el psicoanalista británico Darian Leader, con su amigo y compatriota el músico Warren Ellis o con sus diversos colaboradores. De esos pasajes sólo cabe destacar algunas ideas sugestivas sobre el proceso creativo de Cave; el resto es un caótico batiburrillo de psicologismo epidérmico, hedonismo supuestamente controlado y difusa espiritualidad. 

   Eso sí, el desgarbado músico lo expone con respeto hacia la religión cristiana y con una voz y una actitud tan cautivadoras y aparentemente sinceras, que suavizan en buena medida el tedio y la perplejidad que deberían provocar en el espectador, iniciado o no.(Cope / Almudí JD). Reseña de Decine21:AQUÍ