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Sin límites

Sin límites

Little Ashes
Contenido V (algunas imágenes), D (varios diálogos), X(varias imágenes), F(relación homosexualidad)

Reseña:

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Dirección: Paul Morrison
Intérpretes: Javier Beltrán, Robert Pattinson, Matthew McNulty, Marina Gatell, Vicky Peña, Esther Nubiola, Arly Jover.
Guión: Philippa Goslett
Música: Miguel Mera
Fotografía: Adam Suschitzky
Distribuye en Cine: Sorolla Films
Duración: 112 min.
Género: Drama

Estudiantes en Madrid 

    A comienzos de los años 20 coincidieron en la Residencia de Estudiantes de Madrid tres jóvenes españoles que llegarían a convertirse en referencias indiscutibles del arte del siglo XX, tanto en España como en el mundo entero. Los artistas en cuestión eran el pintor catalán Salvador Dalí, el poeta granadino Federico García Lorca y el cineasta aragonés Luis Buñuel. 

    Esta película retrata el comienzo de sus andanzas y primeras escaramuzas artísticas, tomando como punto de partida la llegada a la residencia del tímido y excéntrico Dalí, el comienzo de sus amistades en la capital, la temprana ojeriza de Buñuel, los aires de idealismo y de rebeldía artística y social de aquellos jóvenes, y, por último, creando un tenue hilo argumental, la íntima y atormentada relación homosexual mantenida entre el pintor y Federico García Lorca. 

    Con un tema de tales características, la de una coincidencia estudiantil tan cacareada desde tiempos inmemoriales, la película corría el serio peligro de caer en la simplificación y de aburrir solemnemente. Quizá haya influido en el resultado que la dirección y el guión hayan estado en manos de cineastas no españoles, obligados a trazar sólo retratos con brocha gorda de los protagonistas, con miras al público internacional.

    Pero, sea como fuere, y lamentablemente, la película de Paul Morrison es en su mayor parte una colección de tópicos vulgares y cansinos del costumbrismo de la España de la época y de las supuestas vidas de aquellos tres artistas. 

    Las situaciones que viven, los diálogos que pronuncian, incluso el arte que crean, emergen en la película como material impostado, si no claramente ficticio, además de muy poco elaborado e incluso inverosímil. Y la ambientación de un Madrid de cartón piedra, irreconocible del todo, causa verdadera lástima. 

    En general, la puesta en escena es mohosa, nada viva, nada artística, de un triste anquilosamiento. Y todavía podían salvarse las interpretaciones. Pero no. El problema es que el retrato que se hace de estos tres genios españoles es demasiado patético, muy infantiloide y desde luego carente de cualquier atractivo. 

    Con lo que es posible que ni los mismos actores se creyeran los personajes que interpretaban (con escenas como la del baño en el mar a la luz de la luna, no es de extrañar). Quizá haya que mencionar únicamente a un esforzado Javier Beltrán al encarnar al poeta granadino, el único personaje medianamente trabajado. Por salvar algo. (Decine21 / Almudí JD-AC)