películas
A la deriva

A la deriva

A la deriva
Contenidos Imágenes (frecuentes X), Diálogos (frecuentes D), Ideas (amoralidad, ausencia de trascendencia, pesimismo existencial, erotismo F+)

Para leer la crítica de Decine21 haz clic
aquí

Reseña:

Año de producción: 2009
País: España
Dirección: Ventura Pons
Intérpretes: María Molins, Roger Coma, Albert Pérez, Marc Cartes, Anna Azcona, Rosa Vila, Boris Izaguirre, Fernando Guillén, Mercé Pons
Argumento: Lluís-Anton Baulenas (Novela "Àrea de servei")
Guión: Ventura Pons
Música: Carles Cases
Fotografía: Joan Minguell
Distribuye en Cine: Baditri
Duración: 98 min.
Género: Drama

Pues sí, totalmente desnortada 

    El cineasta catalán Ventura Pons cierra su personal trilogía basada en las novelas de su amigo Lluís-Anton Baulenas, tras las desiguales Anita no pierde el tren y Amor idiota. Lamentablemente esta tercera colaboración se parece más a la segunda de estas películas, si bien ahora se trata de una drama en toda regla con personajes totalmente desubicados, con vidas muy desordenadas y un futuro falto de sentido. 

    Tras dos años trabajando en una ONG en África, Anna (María Molins) regresa a Barcelona traumatizada con la violencia, la miseria y la muerte que ha visto allí, y sobre todo muy escéptica en cuanto a la eficacia de la labor asistencial que se realiza. 

    Al cabo de los meses, se pone a trabajar de guardia nocturno en una residencia sanitaria de lujo a las afueras de la ciudad y decide abandonar a su marido. Apenas se habla con su hermana, la única de su familia con la que tiene trato. 

    Su único amigo es un compañero de trabajo, Carducci (Albert Pérez), un homosexual que le regala su caravana para que viva en ella y además le anima a seguir luchando con su vida, le entiende, le escucha... Porque Anna, como dice el título, va realmente a la deriva. 

    Durante el día duerme y por las noches trabaja. Todo es monótono hasta que se encapricha de un interno de la residencia, de quien ni siquiera sabe su nombre, con el que practicará sexo todas las noches y cuando haga falta. 

    La película transmite la tristeza de los personajes, zarandeados hacia no se sabe dónde y sin ningún ideal que seguir. Lo único que merece la pena es pasarlo bien, dice uno de ellos, pero si eso no es posible -como parece ocurrirle a la protagonista- no queda sino desahogarse con el sexo, da igual con quién, da igual cuándo, da igual la postura. 

    El film habla de la decepción de esas personas que han gastado su vida en ideales que finalmente les han dejado vacíos (en este caso, las ONG). Y de la amargura que les invade cuando todo su mundo supuestamente solidario se viene abajo como un castillo de naipes. 

    No hay asidero entonces, solo abismo vital. Aunque el propio Ventura es aún más crítico al decir que en esta película África es "una metáfora de los sueños de unos seres que quieren huir de su realidad inmediata". El director rueda bien y cuenta con la competencia de su equipo técnico y artístico habitual, con intérpretes como Roger Coma, Marc Cartes o Mercé Pons (Decine21 / Almudí JD-AC).