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El truco del manco

El truco del manco

El truco del manco
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2009
  • Dirección: Santiago Zannou
Contenidos V (varias escenas), Diálogos (varios D), Imágenes (varias S), F- (pesimismo existencial)

Reseña:

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Dirección: Santiago Zannou
Intérpretes: Ovono Candela, Langui, Juan Navarro, Javier I. Bustamante, Diego Carrasco, Alicia Orozco.
Guión: Santiago Zannou, Iván Morales
Fotografía: Albert Pascual
Distribuye en Cine: Altafilms
Duración: 87 min.
Género: Cine social, Drama

Los buscavidas 

    Dos amigos comparten un sueño: montar un estudio musical. Ellos son Cuajo, un payo agitanado que, debido a una parálisis cerebral, anda con dificultad; y Adolfo, un mulato que lleva mal el alcoholismo de su anciano padre. 

    La pareja se ha lanzado a la reforma de un local, y trampeando consiguen el equipo que necesitan; pero aún les falta dinero para pagar a los obreros, y por ello se lanzan a vender videoconsolas, con gran éxito, y abrigos de visón, que éxito nulo. El intermediario se mosquea cuando no recibe el dinero acordado, y Cuajo y Adolfo empiezan a verse con el agua al cuello. 

    Neorrealismo a la española. Tono documental y ambientes marginales, interesantes tipos humanos que se esfuerzan por salir adelante, son las notas dominantes del debut en el largo de Santiago Zannou, que antes hizo los cortos Mercancías y Cara sucia, este último ganador del Goya. 

    El cineasta, hijo de africano y aragonesa, muestra inquietudes sociales a la hora de bosquejar los muchos obstáculos que han de superar los protagonistas para salir adelante. Conmueve ver a Cuajo bajando con esfuerzo denodado una escalera, o teniendo dificultades para ligar con una joven, o a Adolfo llevar a urgencias al desastre de su padre, y estar él mismo enganchado a la droga. 

    Los actores son no profesionales -Langui, que encarna a Cuajo, tiene una tara física de nacimiento, y lidera una banda de hip-hop-, y resultan convincentes en su aspecto de personas bregadas por la vida, ese "no me digas que no se puede" de Cuajo tiene el atractivo de lo real, del tipo que sabe lo que es luchar en esta vida. 

    Hay lirismo en algunos pasajes de este canto a la amistad, y un tono agridulce en las escenas en que lo que uno se propone se derrumba como un endeble castillo de naipes. Quizá Zannou se demora en exceso en algunos pasajes, y el tono cutrerrealista puede ahuyentar al espectador. Pero es obligado reconocerle su pulso narrativo. 

    Estimable drama social que cansa por su pesimismo y su grosero tono marginal (La Gaceta / Decine21 / Almudí JD-AC)