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Fundido a negro

Fundido a negro

Fade to black
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2007

Dirección: Oliver Parker Guión: John Sayles, Oliver Parker Fotografía: John de Borman Montaje: Guy Bensley Música: Charlie Mole Intérpretes: Danny Huston, Diego Luna, Paz Vega, Christopher Walken, Nathaniel Parker, Anna Galiena Distribuidora: Eurocine Duración: 104 minutos.

    Orson Welles, que acaba de protagonizar un sonado divorcio con Rita Hayworth, está rodando una pésima película en los estudios romanos de Cinecittà. Mientras intenta conseguir financiación para dirigir Othello y, en plena tumultuosa posguerra italiana, el célebre cineasta se ve envuelto en un extraño asesinato que ocurre en pleno rodaje.

    Además del autor de la música, son muchas las cosas que comparte Fundido a negro con la reciente Hollywoodland: un caso de asesinato enmarcado en el mundo del cine y con una estética de cine negro. Por otra parte, si en Hollywoodland Ben Affleck sorprendía realizando una más que notable actuación como George Reeves, aquí es Danny Huston quien consigue algo todavía más complicado: hacer creíble su interpretación de Orson Welles (bastante más conocido y buen actor que Superman).

    La primera hora de Fundido a negro es ejemplar. La historia, basada en una novela del cineasta y ensayista Davide Ferrairo (Doppo Mezzanotte) y adaptada por Oliver Parker y John Sayles, ensambla con soltura datos y personajes reales y ficticios, la ambientación es soberbia y el internacional reparto funciona como un reloj suizo. Además, Parker utiliza en estos dos primeros tercios de la película un tono ligero el del rodaje de la película- que imprime ritmo a la trama policíaca-política y frescura a la historia sentimental. El problema viene precisamente al final, cuando el director de Un marido ideal opta por centrarse en el drama político y, por consiguiente, por el cambio de tono. Es entonces cuando la historia se vuelve mucho más negra, se empantana y la película pierde fuelle. 

    A pesar de este fallido tramo final, queda un producto de nivel y probablemente una de las apuestas de más calidad en el empeño por recuperar el brillo del cine negro. Dos detalles sensuales que pasan en seguida. 

    La película presenta a la democracia cristiana como si hubiera cobijado a gente del fascismo y presenta como buenos a los miembros del partido comunista ante las primeras elecciones de la república. (Filasiete / Almudí JV-NY)