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Justin Bieber: Never Say Never
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Justin Bieber: Never Say Never

Justin Bieber: Never Say Never
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Adecuada
  • Año: 2011
  • Dirección: Jon Chu

Contenidos:

Reseña:


Año de producción: 2011
País: EE.UU.
Dirección: Jon Chu
Intérpretes: Justin Bieber
Música: Deborah Lurie
Fotografía: Reed Smoot
Distribuye en Cine: Paramount
Duración: 100 min.
Género: Documental, Musical

Persigue tu sueño
Se supone que los documentales tratan de mostrarnos la realidad tal y como es. Bieber, fenómeno de masas especialmente jóvenes, sigue fabricando su leyenda ahora de la mano de este género cinematográfico.

   “Justin Bieber: Never say never” es una historia real y un vistazo interior al ascenso de Justin desde que era un cantante callejero en el pequeño pueblo de Stratford (Ontario), pasando por el fenómeno en Internet, cómo se convirtió en una estrella y culminando con un concierto en el famoso estadio Madison Square Garden. Desde muy pequeño, Justin mostró un innegable talento musical, un innato sentido del ritmo y sobre todo un desparpajo fuera de lo común para expresarse. Autodidacta con el piano, la guitarra y la batería, muy pronto empezó a llamar a la atención a amigos, y conocidos, hasta que el mundo cambió para él cuando su madre colgó en youtube algunas de sus grabaciones caseras. El elevadísimo número de visitas que recibían sus vídeos llamó la atención de un joven agente de Atlanta, Scooter Braun, que se propuso convertirle en una estrella y con el tiempo se convirtió en su manager y amigo. Con dieciséis años, en agosto de 2010, Justin inició una gira por Estados Unidos que superó todas las expectativas, y cuyo colofón tuvo lugar la noche del 31 de agosto. Ese día Bieber llenó en un concierto memorable el mítico Madison Square Garden de Nueva York, cima musical de cualquier artista.

   Este documental cuenta la historia del joven ídolo. Llama mucho la atención el buen rollo que hay entre Justin y las personas que le rodean, familiares, manager y demás colaboradores. Justin tiene firmes creencias cristianas, y el film no esconde los muchos momentos para la oración en su vida cotidiana, de modo que él y su entorno transmiten un llamativo y acendrado optimismo, donde importa mucho la felicidad de los demás. También hay un explícito toque educativo hacia los jóvenes, a quienes se les empuja a perseguir sus sueños, a no rendirse ante las dificultades...

   Quienes disfruten de la música de Justin podrán escuchar, claro está, grandes hits del ídolo.  Por lo demás, la película dedica mucho tiempo a las imágenes del concierto en el Madison, gracias a las cuales presenciamos otra de las más excepcionales facetas de Justin: su capacidad para empatizar con el público y su dominio de la puesta en escena y del baile. Guste o no, un niño prodigio. (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS