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Mi amigo Mr. Morgan

Mi amigo Mr. Morgan

Mr. Morgan’s last love
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2014
  • Dirección: Sandra Nettelbeck

Contenidos: Imágenes (algunas S)

Dirección: Sandra Nettelbeck. Países: Alemania y BélgicaAño: 2013. Duración: 116 min. Género:Comedia dramáticaInterpretación: Michael Caine (Matt Morgan), Clémence Poésy (Pauline Laubie), Justin Kirk (Miles Morgan), Mchèle Goddet (Madame Dune), Gillian Anderson (Karen Morgan), Jane Alexander (Joan Morgan), Anne Alvaro (Colette Lery).Guion: Sandra Nettelbeck; basado en la novela “La douceur assassine”, de Françoise Dorner. Producción: Philipp Kreuzer, Astrid Kahmke, Ulrich Stiehm, Frank Kaminski, Helge Sasse y Sidney Kimmel. Música: Hans Zimmer. Fotografía: Michael Bertl.Montaje: Christoph Strothjohann. Diseño de producción: Stanislas Reydellet. Vestuario:Maïra Ramedhan-Levi. Distribuidora: A Contracorriente FilmsEstreno en Alemania: 22 Agosto 2013. Estreno en España: 14 Agosto 2014.

Reseña:

   Mr. Morgan es un terco anciano norteamericano que vive solo en París. Es viudo y lleva una vida aburrida hasta que conoce a Pauline. La vitalidad de la joven y su optimismo inquebrantable devuelven las ganas de vivir a Mr. Morgan.

   La película transita entre el drama y la comedia, es agradable de ver, elegante de formas, y cuenta con dos buenos actores, una soberbia fotografía de París, y una acertada música de Hans Zimmer capaz de mostrar con psicología el desfase entre los sentimientos de Morgan y la realidad que lo circunda. Además, aborda temas interesantes: el regalo de la amistad y el diálogo, el estrecho límite que a veces separa amor y amistad, el valor del matrimonio y la familia.

   El primer acto, dedicado a la presentación del personaje y a los primeros encuentros con la encantadora bailarina Pauline, es el que tiene mayores hallazgos narrativos, pero el segundo, en su intento de hacer avanzar la acción, pierde tono –entre notas de tragedia, ironía, drama y romance-, fuerza las relaciones entre los personajes y se precipita a un clímax y a un tercer acto muy poco creíble para el espectador. (Almudí JD)


 

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