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Reparar a los vivos

Reparar a los vivos

Réparer les vivants

Contenidos: Imágenes (algunas X-), Ideas (vacio existencial, ausencia de Dios, bisexualidad F)

 

Reseña: 

 

Todo comienza de madrugada en un mar tempestuoso con tres jóvenes surfistas. Unas horas más tarde, en el camino de vuelta sufren un accidente. En el hospital Havre, la vida de Simón pende de un hilo. Mientras tanto, en París, una mujer espera un trasplante providencial que le pueda prolongar su vida. Thomas Remige, un especialista en trasplantes, debe convencer a unos padres en estado de shock de que ese corazón podría seguir viviendo en otro cuerpo. Y salvar, tal vez, una vida.

Una película bella, muy representativa de la actual identidad europea, donde están bien presentes el amor y los buenos sentimientos, pero con el dominio de cierta sensación de vacío, el temor a la muerte, la ausencia de Dios, el vértigo antes las pruebas que depara la existencia, la incomunicación a la hora de compartir lo que uno siente.

Quillévéré sabe contar su historia con sensibilidad y pasión. Usa bien las imágenes y la música, mueve la cámara con elegancia, evita las palabras si es posible, , y el momento extraordinario en que se produce el fatal accidente. Y es sobria al abordar el dolor de los padres, o el modo en que los médicos deben plantear, con delicadeza y respeto, la posibilidad de donar los órganos de quien presenta los síntomas incontrovertibles de muerte cerebral.

Con una visión muy de los tiempos que corren, hay un planteamiento del amor en pareja donde se concede importancia primordial a la parte física –Simon pasa la noche en casa de su novia, una enfermera fantasea eróticamente con un médico– y se plantea la bisexualidad de la mujer que está a la espera de un corazón que le convenga. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ