Dirección: Tom Kalin
Intérpretes: Julianne Moore, Stephen Dillane, Eddie Redmayne, Elena Anaya, Hugh Dancy, Belén Rueda, Unax Ugalde, Simón Andreu, Barney Clark.
Guión: Howard A. Rodman
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Juan Miguel Azpiroz
Distribuye en Cine: Sherlock
Duración: 93 min.
Género: Drama
La baquelita está que arde
Película basada en hechos reales, se supone que muy conocidos, aunque no sabemos dónde... El film sigue los pasos de un matrimonio, el de Barbara Daly y su esposo Brooks Baekeland, desde el nacimiento de su hijo Tony en 1948, hasta un trágico suceso (muy conocido, repetimos, se supone) acontecido en 1972.
Con ritmo cansino se nos pinta a una familia disfuncional; ella se supone que ha hecho una boda con un buen partido, pues Brooks pertenece a un linaje que ha hecho fortuna con el invento de la baquelita, así llamada a partir de su apellido; pero el caso es que Barbara es un poco rarita, y tiende a ser protagonista de escenas embarazosas ante sus amigos de la alta sociedad; y Brooks es brusco y nada comprensivo.
En tan poco acogedor hogar crece Tony muy pegado a las faldas de su madre, y desarrollando una ambigüedad sexual en la que, como se dice vulgarmente, parece que le gusta "la carne y el pescado"; y la madre prefiría la faceta "carnívora", lo que produce tensiones.
Tom Kalin sonó allá por 1992 con Swoon, una película de temática gay, terreno en el que se ha desarrollado su producción posterior, aunque en vídeo, y por tanto con una difusión aún más limitada. Aquí reincide en la cuestión en lo que algunos quieren ver ya como un subgénero, el "queer cinema", o películas de temática homosexual.
Recorre toda la trama un aire malsano, de personajes poco equilibrados, y la cosa no atrapa porque no tenemos nada claro adónde nos quiere llevar el director, o su guionista, Howard A. Rodman, que se ha basado en un libro escrito por Natalie Robins y Steven M.L. Aronson.
Da pena ver metida en este proyecto a una actriz como la copa de un pino, Julianne Moore, sin duda lo mejor del film, que insufla credibilidad a su poco definido personaje. La producción ha contado con capital español en la producción, y se dejan ver varios actores hispanos en el metraje: desnuda Elena Anaya, vestida Belén Rueda, y en plan gay y el que mejor lo hace, Unax Ugalde.
Irrita el erotismo insistente de la cinta, por ejemplo con la escena de trío que aúna todo tipo de combinaciones, adulterio, homosexualidad e incesto. (Decine 21 / Almudí JD-AC)