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Señor, dame paciencia

Señor, dame paciencia

Señor, dame paciencia
  • Comedia
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2017
  • País: España
  • Dirección: Álvaro Díaz Lorenzo

Contenidos: Imágenes (varias S), Diálogos (varios D), Ideas (mirada complaciente a la ideología de género, visión ridícula de la Iglesia Católica F)

 

Reseña: 

 

Cuando la mujer de Gregorio, un banquero muy conservador, muy del Madrid y muy gruñón, fallece repentinamente, éste se ve obligado a cumplir su última voluntad: Pasar un fin de semana con sus hijos y sus parejas en Sanlúcar de Barrameda para esparcir sus cenizas en el Gualdalquivir.

Aquí es donde empiezan los problemas para Gregorio, ya que su hija Sandra está casada con Jordi, un catalán muy culé, que quiere llevar a su futuro nieto a un colegio bilingüe catalán-inglés en Barcelona, y al que el patriarca, por supuesto, no soporta. Su otra hija Alicia, está saliendo con Leo, un hippy anti-sistema al que Gregorio tampoco puede ni ver  y Carlos, su hijo pequeño, con el que lleva seis meses sin hablarse desde que salió del armario, se presenta  con su novio Eneko, un vasco de origen senegalés, un yerno que Gregorio jamás imaginó tener.

 Este viaje multicultural pondrá a prueba la tolerancia y la capacidad de perdonar de una familia tan disfuncional como cualquier otra, en el que tendrán que aprender a aceptarse los unos a los otros, con sus virtudes y defectos.

Comedieta española decididamente menor, nacida a todas luces a rebufo del éxito de otras que han conseguido conectar con el gran público que busca tramas más o menos divertidas, con buenos sentimientos, para olvidar los problemas cotidianos, la crisis, el paro y demás, de las que en España fue emblemática Ocho apellidos vascos.

Álvaro Díaz Lorenzo fracasa en esta descarada imitación de la comedia francesa Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, con la que pretende dar continuidad al rentable buenrollismo multicultural de Ocho apellidos vascos y sus sucedáneos y continuaciones.

En realidad, el ligerísimo guion de Señor, dame paciencia carece de ritmo, la mayoría de sus diálogos no tiene chispa cómica, y ningún personaje logra escapar de su condición de tosco arquetípico. Además, el reparto de este filme no tiene el carisma de los de sus referentes, y su constante desdramatización de la realidad –supuestamente, en aras de la buena convivencia– decanta en un irritante “todo el mundo es bueno”, complaciente con la ideología de género y grotesco en su boba visión del catolicismo. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ