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Un lugar maravilloso

Un lugar maravilloso

  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2006
  • Dirección: Hans Petter Moland
País: Noruega/EE.UU. Dirección: Hans Petter Moland Guión: Larry Gross, Sabina Murray; basado en un argumento de Terrence Malick Fotografía: Stuart Dryburgh Montaje: Wibecke Rønseth Música: Zbigniew Preisner Intérpretes: Damien Nguyen, Bai Ling, Nick Nolte, Tim Roth, Temuera Morrison, John Hussey, Chau Thi Kim Xuan, Nguyen Than Kien, Tran Dang Quoc Thinh, Anh Thu Distribuidora: Sony CONTENIDOS: VS A principios de los 90, Binh, un joven vietnamita, emprende un largo viaje en busca de su padre americano. Binh, que ha crecido en el campo recogido por una familia que no es la suya, sabe muy poco acerca de sus verdaderos padres. Una vieja foto es todo lo que le queda. En un viaje a la ciudad de Ho Chi Minh encuentra a su madre y a un hermanastro. Dramáticos acontecimientos le empujan a escapar. En un campo de refugiados, Bihn conoce a Ling, una joven china. Ambos deciden ir juntos a los Estados Unidos y empezar una nueva vida. Notable película de Hans Petter Moland (Oslo, 1955) que, entre otras cosas, demuestra que se puede hacer cine de muy buen nivel con 6 millones de dólares. Moland estudió cine en Estados Unidos y éste es su cuarto largometraje después de El último teniente (1993), Cero grados Kelvin (1995) y Aberdeen (2000). Tiene una dilatada y prestigiosa trayectoria en el sector de la publicidad. Para contar esta conmovedora historia de un "bui doi" (menos que el polvo), el insulto dirigido a los niños vietnamitas de padres estadounidenses, Moland ha contado con la calidad fotográfica del inglés Stuart Dryburg (Retrato de una dama, Kate & Leopold, Aeon Flux) y con la música del polaco Preisner, compositor habitual de Kieslowski. El guión desarrolla una historia de Terrence Malick (La delgada línea roja), que también es productor. Ciertamente, la película puede resultar premiosa (se nota la presencia de Malick) y un tanto reiterativa, pero logra un valioso tono de verismo, con interpretaciones muy naturales. Un lugar maravilloso pone en primer plano las profundas repercusiones de la Guerra de Vietnam y otras convulsiones de la historia reciente del sudeste asiático. La odisea de Binh ilustra la difícil situación de los amerasiáticos, alrededor de 15.000. Desde finales de los años 70 se produce un éxodo de vietnamitas (medio millón de personas) que temen la represión comunista. Muchos serán presa de los traficantes de esclavos. Un poco de historia En 1982, el congreso de EE.UU. otorgó a los amerasiáticos de Vietnam, Camboya, Corea y Tailandia prioridad máxima en asuntos de inmigración. Las madres y los medio hermanos quedaron excluidos de este programa de visados, y sólo unos pocos vietnamitas amerasiáticos se beneficiaron porque, al no haber relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Vietnam, no existían las estructuras burocráticas necesarias para recibir y procesar solicitudes. Dos años después, durante la presidencia de Ronald Reagan, y con la colaboración intermitente del gobierno de Vietnam, EE.UU. inició un programa de 3 años para admitir a todos los amerasiáticos, incluyendo ahora a las madres y medio hermanos. A los solicitantes amerasiáticos se les exigieron pruebas de la paternidad norteamericana como cartas, fotos y certificados de matrimonio o nacimiento; además, el examen físico de rasgos faciales por parte de un médico también podía capacitar a un candidato (cosa que excluyó injustamente a muchos amerasiáticos cuyos padres eran de origen asiático o hispano). Sin embargo, el gravoso papeleo que exigía Vietnam mantuvo muy reducido el número de amerasiáticos que se asentó en EE.UU. En 1988 se enmienda la legislación de 1982, con una formalización de los procesos de colaboración entre EE.UU., Vietnam y los países de transición como Filipinas y Tailandia, donde los refugiados amerasiáticos fueron sometidos a programas de orientación cultural y lingüística. El estatus de refugiado en EE.UU. se extendió a los amerasiáticos y a sus familias directas con ayudas para establecerse en el país. Cada año se imponían unas cuotas de llegada. Sin embargo, muchos amerasiáticos sufrieron la explotación de las redes de tráfico de personas que ayudaban a los solicitantes agilizando la burocracia de forma corrupta, a cambio de cargar con desconocidos que se beneficiarían de su estatus de refugiado. Imagen (valorar si hay que suprimir) (min): 57' ; 82'; 85'. (Filasiete/ Almudí JIY/JVC`¡)