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PRÆCLARA QUA

La gloria espléndida que te ciñe, oh dichoso Leví, a la vez que glorifica al Dios de la misericordia, infunde en nosotros la esperanza del perdón.

Oh Mateo, ¡qué riquezas tan grandes te prepara el Señor: que te llamó cuando estabas sentado en el telonio, apegado a las monedas!

A impulsos de tu amor ardiente, te apresuras a recibir al Maestro que con su palabra te destina para los primeros puestos del Cielo.

Al recoger las palabras y los hechos Jesús, el Hijo de David, dejas para el mundo un alimento celestial, en tu Evangelio de oro.

Anuncias a Cristo en Oriente, hasta confesarle con tu sangre, pues no hay mejor muestra de amor, que entregar la vida en prenda.

Oh Mateo, apóstol, mártir y evangelista, haz que podamos celebrar a Cristo, contigo, por los siglos de los siglos. Amén.

 


 

FESTIVA VOS

Nuestras voces festivas os alaban, oh Arcángeles, que os distinguís en la Curia del Cielo por vuestra gloria incomparable.

Oh Miguel, Príncipe invicto de la milicia de los Ángeles, protégenos con tu diestra resplandeciente y guárdanos en la gracia de Dios.

Oh Gabriel, elegido para anunciar los más grandes Misterios haznos amar siempre los senderos de la luz.

Oh Rafael, medicina para los cuerpos, trae la salud a las almas y asístenos en el camino hacia el Cielo.

Que el ejército deslumbrante de los Ángeles, nos preste su auxilio y así podamos gozar de su compañía.

Gloria al Padre, al Hijo y al Paráclito, a Quienes el coro unánime de vuestras voces no cesa de alabar con un mismo himno. Amén.

 


 

TIBI CHRISTE

Oh Cristo, esplendor del Padre, vida y vigor de las almas, en la presencia de los Ángeles, Te ensalzamos con el corazón y los labios, alternando nuestro canto con sus voces.

Alabamos con veneración a los santos Arcángeles y, sobre todo a San Miguel, el Príncipe de la milicia celeste, que, con su virtud, derrota a Satanás.

Con tal Custodio, aparta, oh Cristo, Rey clementísimo todas las insidias del Enemigo y por tu sola clemencia, limpios de alma y cuerpo, devuélvenos a tu Paraíso.

Resuenen concordes nuestras voces celebrando la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Paráclito, la gloria de Dios, Uno y Trino, que vive y reina antes de todos los siglos. Amén.

 


 

ÁNGELUM PACIS

Te pedimos, Señor, que descienda a nuestra morada Miguel, el Ángel de la paz y, con su venida, acreciente en nosotros todo lo bueno.

Que el Ángel de la fortaleza, Gabriel, extienda sus alas, obediente a Dios, para ahuyentar a nuestro antiguo Enemigo y visite a menudo nuestro templo con su favor.

Envía, también, Señor, desde el Cielo a Rafael, el médico para nuestra salud, a fin de que cure a los enfermos y enderece todos nuestros pasos.

Oh Cristo, Honor y Gloria de los santos Ángeles, no retires de nosotros su compañía, de modo que, al fin, podamos entonar, con ellos, un himno perpetuo a la Trinidad. Amén.

 


 

FESTIVA CÁNIMUS

Te celebramos con ánimo festivo oh Jerónimo como varón de vida sobria y dura, como estrella brillante, que irradia la luz de tus méritos y tu doctrina.

Te aplicaste con esmero a explorar las verdades santas de la fe, exponiéndolas con lucidez, mientras, fuerte y enérgico como un león, refutabas a los herejes con tu voz penetrante.

Con esfuerzo tenaz, roturaste los prados verdes de la Escritura revelada por Dios, de la que cosechaste con abundancia para todos, los frutos sabrosos de la gracia.

Añoras el grato silencio del desierto y estableces tu morada en Belén, donde mortificas tu cuerpo y te ofreces como víctima al Padre en la intimidad de tu corazón.

Te pedimos, oh Señor, Dios infinitamente bueno, que, por la intercesión de tan gran Doctor, nos alientes y dirijas para que podamos entonar, llenos de júbilo, el canto eterno de tu Gloria. Amén.