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El caso Slevin

El caso Slevin

  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2006
  • Dirección: Paul McGuigan
CONTENIDOS: VXD EE.UU Dirección: Paul McGuigan Guión: Jason Smilovic Fotografía: Peter Sova Montaje: Andrew Hulme Música: Joshua Ralph Intérpretes: Josh Hartnett, Lucy Liu, Ben Kingsley, Morgan Freeman, Bruce Willis, Stanley Tucci Distribuidora: TriPictures Dos capos mafiosos de Nueva York llevan años enfrentados después de haber sido socios y amigos. Para vengarse el uno del otro moverán piezas hasta que el tablero se convierta en un galimatías, con piezas que juegan voluntaria o involuntariamente. Se trata de un guión muy bien escrito, en el que la trampa forma parte intrínseca de la naturaleza misma del guión. Es muy enredoso, de trama laberíntica, de manera que se convierte, como se suele decir, en un reto a la inteligencia, imaginación y capacidad de atención del espectador. Y al mismo tiempo tiene momentos explicativos, rápidos y amenos, en los que parece que nos llama tontitos. El guión construye personajes diferentes, con diálogos buenos, de tal modo que no es de extrañar -no sólo el dinero convence- que este guión haya convencido a los primeros actores que lo interpretan. El director crea un estilo visual muy atractivo, y si la película es rápida y con un gran ritmo, consigue momentos de estética quietud. Tomas largas en las que los actores pueden realmente interpretar. Muchos planos de riesgo desde el punto de vista técnico que, probablemente, pase inadvertido por lo bien trabados que están en la narración. Se advierte una gran unidad creativa. El encargado de fotografía, el checo Peter Sova, ha trabajado casi media docena de veces con el director escocés McGuigan (Obsesión, El misterio de Wells), y éste lo ha hecho antes con Josh Hartnett (Obsesión). Junto a estas nacionalidades señaladas, está la del magnífico diseño de producción -años 70- del francés François Séguin y el autor de la sugerente música de sabor judío. Estoy seguro de que los productores esperan un taquillazo de este entretenimiento de lujo, con un tono ciertamente canalla e inmoral, que se atenúa por la decidida voluntad de una película que no va en serio, de un entretenimiento ingenioso. Un tercio de la película tiene ese tono pero el cuarto final se pone serio, de manera sorprendente e innecesaria. (Filasiete /Almudí) pend prev