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El ciclo Dreyer

El ciclo Dreyer

El ciclo Dreyer
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2007
  • Dirección: Álvaro del Amo

Dirección: Álvaro del Amo Guión: Á. del Amo, Carlos Pérez Merinero Fotografía: Alfonso Sanz Alduán Montaje: Teresa Font Intérpretes: Elena Ballesteros, Pablo Rivero, Ruth Díaz, Fernando Andina, Isabel Ampudia Distribuidora: Premium Duración: 96 minutos 

    Más conocido por su faceta de guionista con títulos como Amantes, Celos o Camarón, Álvaro del Amo presenta su último largometraje como director, El ciclo Dreyer, que rinde homenaje al realizador danés Carl Theodor Dreyer. Carlos -interpretado por Pablo Rivero- es un estudiante de Derecho fascinado por el cine, que dirige un cineclub universitario. 

    Mientras avanza el ciclo dedicado al cineasta danés, Carlos verá cómo su vida tranquila se va descomponiendo a medida que se pergeñan los temas recurrentes de la filmografía del autor de Ordet. A través de sus cuatros protagonistas, del Amo se interesa por los mismos asuntos ahondando especialmente en los relativos a la fe cristiana, el amor, la pasión y la infidelidad. 

    Si bien su objetivo es interesante, la ejecución del proyecto adolece de una serie de problemas y carencias, fundamentalmente en la construcción de los personajes y sus interrelaciones. Los actores intentan dar solvencia a unos personajes estirados y pedantes que mantienen al espectador ajeno a la historia y atónito ante la extravagancia de sus diálogos. 

    Las situaciones, que más que sucederse, parecen imponerse a las exigencias del guión, tornan el relato previsible y poco solvente. Más allá del guión, El ciclo Dreyer incluye algunas planificaciones interesantes -explícitamente ligadas al director danés-, una música sobria y discreta a base de composiciones clásicas; así como el predecible homenaje obligado a la revista por excelencia de la época, Cahiers du Cinéma, y a la situación de la cinematografía en la década de los 60. 

    Álvaro del Amo habla con apasionamiento de la filmografía de Dreyer, pero no consigue otorgarle la misma fuerza a su largometraje. 

    Álvaro del Amo (Una preciosa puesta de sol) ha escrito y dirigido una película tristona, en donde pesa demasiado la atmósfera apolillada que envuelve a los personajes. El guión se sirve de los conflictos planteados en el cine de Dreyer, para ofrecerlos como metáforas de lo que acontece en los corazones de los personajes.

Sin embargo, los diálogos y las reacciones de éstos resultan a menudo llamativamente impostadas (los relamidos gestos y maneras del cura dan repelús) y las situaciones presentadas son poco verosímiles. Si bien del Amo ha procurado mantener un honesto equilibrio en su visión de la época, también es cierto que su concepción del amor y del desconcierto afectivo resultan, si no deprimentes, sí al menos un poco chatas. Entre lo mejor del film destacan la brillante y original escena de la despedida en el parque y el buen trabajo de Pablo Rivero.(Filasiete / Almudí)