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El topo
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El topo

Tinker, Tailor, Soldier, Spy
  • Público apropiado: Jóvenes-adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2012
  • Dirección: Tomas Alfredson

Contenidos: Imágenes (varias V, alguna X)

Reseña:

Año de producción: 2011
País: Alemania, Reino Unido
Dirección: Tomas Alfredson
Intérpretes: Gary Oldman, Colin Firth, Tom Hardy, Benedict Cumberbatch, Stephen Graham, Mark Strong, Ciarán Hinds, David Dencik, Toby Jones
Argumento: John le Carré (novela)
Guión: Bridget O'Connor, Peter Straughan
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: Hoyte Van Hoytema
Distribuye en Cine: DeAPlaneta
Duración: 127 min.
Género: Drama, Thriller

Espectros del espionaje
El director sueco de Déjame entrar lleva al cine la novela de John Le Carré, que es productor ejecutivo de la cinta.

   La historia de “El topo” nos traslada a los años 70. El fracaso de una misión espacial en Hungría desencadena un cambio en la cúpula de mando de los servicios británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Cuando Smiley ya se ha hecho a la idea del retiro, le encargan una misión especial. Hay sospechas de que un “topo” está infiltrado entre las altas instancias del Servicio y sólo alguien de fuera puede descubrirlo. Con ayuda de otros retirados y de algún agente fiel, Smiley irá recabando información y encajando las piezas que le lleven al traidor. Por el camino encontrará historias de traición, ambición y mentiras.

   Intensa y lograda adaptación de la que seguramente es la mejor novela de espías de John le Carré. No era una tarea sencilla armar en dos horas esta tupida tela de araña argumental, ya que existe una excelente miniserie televisiva de 1979 de más de cinco horas, Calderero, sastre, soldado, espía, basada en la misma obra, con un reparto fantástico encabezado por Alec Guinness. Aquí toma el relevo en el rol de inteligentísimo espía gris Gary Oldman, y le acompaña un buen elenco de actores. Tiene gran mérito el guión trabado por Bridget O'Connor y Peter Straughan.

   Logra el director decir mucho sin palabras, lo que tiene gran mérito en una película donde los diálogos con nombres e información importantes no escasean. Las miradas entre los "camaradas de armas", los silencios que siguen a frases significativas, el espejo que resulta ser un niño para uno de ellos, todo tiene importancia, y Alfredson sabe sacarle valioso partido para dotar a su película de la misma densidad que presentaba la novela de Le Carré, y mostrar con pudor, como pidiendo perdón, las heridas que los personajes presentan en sus almas (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS