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Las vidas posibles de Mr. Nobody

Las vidas posibles de Mr. Nobody

Mr. Nobody
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2010
  • Dirección: Jaco van Dormael
Contenidos: Imágenes (algunas S), Ideas (nihilismo vital F)

Reseña:


Año de producción: 2009

País: Alemania, Bélgica, Canadá, Francia
Dirección: Jaco van Dormael
Intérpretes: Diane Kruger, Rhys Ifans, Jared Leto, Sarah Polley, Juno Temple, Toby Regbo, Daniel Mays, Clare Stone
Guión: Jaco van Dormael
Música: Pierre van Dormael
Fotografía: Christophe Beaucarne
Distribuye en Cine: Wanda
Duración: 138 min.
Género: Ciencia ficción, Drama, Fantástico

Vidas posibles

Pretenciosa, pedante, desmesurada en su metraje, la película es un globo, dentro tiene aire, nada. El globo es bonito, incluso muy bonito.


Nemo Nobody vive una vida normal con su mujer y sus tres hijos, pero un día se produce un salto en la realidad: se despierta en el año 2092, tiene 120 años y le informan de que es el último mortal del mundo; la nueva humanidad es inmortal. Al borde de la muerte se pregunta si vivió una buena vida, si tomó las decisiones adecuadas, si amó a la mujer que debía amar? Nemo se esfuerza por recordar su vida y contarla a la prensa, y cada recuerdo es diferente. La película, a golpe de pseudo
flashbacks, recorre diversos pasados, todos distintos, según las decisiones que tomó en los momentos cruciales de su vida.

Singular e inclasificable película del belga Jaco Van Dormael, con capacidad a partes iguales de fascinar e irritar al espectador. Se trata de una invitación a considerar las infinitas posibilidades que ofrece la vida, una elección u otra pueden llevar por caminos insospechados.


Lo que sorprende de la película de Van Dormael es su increíble dinamismo, la capacidad de proponer mecanismos narrativos distintos, contradictorios, extrañas piezas de un complejísimo puzzle. Al final, viene a decir el cineasta, lo importante es vivir, poco importa qué vida. Van Dormael apunta a que las certezas del hombre son pocas -si sabemos tan poco de la vida actual, ¿cómo podemos preguntarnos sobre la existencia de la otra vida, después de la muerte?, se interroga en cierto momento del metraje-, de modo que su propuesta, aunque estéticamente subyugante, no conduce a ninguna parte, se queda en nihilista ejercicio de estilo (Almudí JD / Decine21) LEER
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