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Los descendientes
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Los descendientes

The Descendants
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2012
  • Dirección: Alexander Payne

Contenidos: Imágenes (algunas S), Diálogos (varios D), Ideas (adulterio F)

Reseña:

Año de producción: 2011
País: EE.UU.
Dirección: Alexander Payne
Intérpretes: George Clooney, Shailene Woodley, Beau Bridges, Judy Greer, Matthew Lillard, Robert Forster, Amara Miller, Nick Krause, Patricia Hastie, Mary Birdsong, Rob Huebel
Argumento: Kaui Hart Hemmings (novela)
Guión: Alexander Payne, Nat Faxon, Jim Rash
Fotografía: Phedon Papamichael
Distribuye en Cine: Fox
Duración: 115 min.
Género: Comedia, Drama

En tránsito
Alexander Payne vuelve a soñar con el Oscar con un drama que golpea e indulta sus personajes a partes iguales.

   En “Los descendientes”, Matt King (George Clooney), casado y padre de dos niñas, se ve obligado a reconsiderar su pasado y a encauzar su futuro cuando su mujer sufre un terrible accidente de barco en Waikiki. Matt intenta torpemente recomponer la relación con sus hijas —la precoz Scottie, de 10 años, y la rebelde Alexandra, de 17—, al mismo tiempo que se enfrenta a la difícil decisión de vender las tierras de la familia. Herencia de la unión entre la realeza hawaiana y los misioneros, los King poseen algunas de las últimas zonas vírgenes de playa tropical de las islas, de un valor incalculable.

   Cuando Alexandra suelta la bomba de que su madre tenía una aventura amorosa en el momento del accidente. Debe encajar y gestionar esta dolorosa noticia, con la asunción en serio de su responsabilidad de padre de familia y la culminación de la venta una importante propiedad familiar en una de las islas, de la que él es único depositario, y que le enraiza con la tierra y sus antepasados nativos.

   Magnífica traslación a la pantalla de la novela homónima de Kaui Hart Hemmings, con guión del director, Alexander Payne, respaldado por el dúo de actores reconvertidos a guionistas que conforman Nat Faxon y Jim Rash. Se trata de una historia profundamente humana, de personajes muy bien perfilados, interpretados por un reparto sensacional donde brilla con luz propia George Clooney, perfecto en su rol de hombre corriente sobrepasado por los acontecimientos.

   A Alexander Payne (A propósito de Schmidt, Entre copas) parece que le gusta estructurar sus películas en torno a un viaje o desplazamiento que no sólo es físico sino también, y sobre todo, emocional. Y aquí se apoya bien en una selección musical exótica hawaiana, que da el "mood" adecuado a lo que se cuenta.El cineasta arranca su historia con una familia en descomposición, con un futuro no demasiado prometedor, para mostrar cómo de lo que parece y es malo -el accidente, la infidelidad...­- puede surgir algo bueno -de la aceptación de la situación se pasa al conocimiento, la comprensión, el perdón, el amor en suma...- que tal vez ayude a recomponer lo que parecía irremisiblemente perdido. Payne demuestra además en esta cinta que para conmover no hace falta recurrir al histrionismo ni caer en la rareza: basta con captar –con maestría, eso sí– la riqueza que encierra una persona. Con la ciencia de un buen escritor y su tradicional –y ácido– humor, Payne pone a cada uno de los personajes en el paredón… para después –¡sorpresa!– ir salvando a todos (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS