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Los nombres del amor

Los nombres del amor

Le nom des gens
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2012
  • Dirección: Michel Leclerc
Contenidos: Imágenes (varias S, X), Diálogos (frecuentes D)

Dirección: Michel Leclerc. País: Francia. Año: 2010. Duración: 100 min. Género: Comedia romántica. Interpretación: Jacques Gamblin (Arthur), Sara Forestier (Baya), Carole Franck (Cécile), Zinedine Soualem (Mohamed), Michèle Moretti (Annette), Jacques Boudet (Lucien). Guion: Michel Leclerc y Baya Kasmi. Producción: Caroline Adrian, Antoine Rein y Fabrice Goldstein. Música: Jérôme Bensoussan y David Euverte. Fotografía: Vincent Matthias. Montaje: Nathalie Hubert. Diseño de producción: Jean-Marc Tran Tan Ba. Vestuario: Mélanie Gautier. Distribuidora: Karma Films. Estreno en Francia: 24 Noviembre 2010. Estreno en España: 13 Julio 2012.

Reseña:

Los nombres del amor

   Arthur Martin, solterón gris que trabaja para el gobierno en control de epidemias animales, acude a un programa radiofónico para advertir de los riesgos de la gripe aviar, pero Baya Benmahmoud, joven y exaltada activista de izquierdas, irrumpe en el estudio para acusarle de ocultar información. Martin volverá a encontrarse casualmente en el colegio electoral con Baya, por la que empezará a sentirse atraído a pesar de que resulta ser una mujer muy particular, que se acuesta con políticos de derechas para tratar de reconvertirles al izquierdismo.

   Segundo trabajo del realizador francés Michel Leclerc. Los nombres del amor es la enésima repetición del esquema de La fiera de mi niña (hombre ordenado pero aburrido conoce a loca que le trae multitud de quebraderos de cabeza pero también le enseñará a disfrutar de la vida), tiene un tono que pretende imitar al Woody Allen de Annie Hall, con sus chistes sobre judíos incluidos. El arranque de Los nombres del amor promete por sus críticas a la corrección política y al cinismo de muchos que se llaman a sí mismo solidarios. Pronto se diluye al recurrir en exceso al humor chabacano y naif, por su excesivo localismo, y por algunas secuencias que le restan toda la credibilidad. Se salvan algunos gags y diálogos con gracia. La cinta pretende ser una comedia pretendidamente original y rompedora pero, en el fondo, es muy tonta y previsible. (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS