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Lutero

Lutero

  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2006
  • Dirección: Eric Till
CONTENIDOS: F País: Alemania Dirección: Eric Till Guión: Camille Thomasson, Bart Gavigan Fotografía: Robert Fraisse Montaje: Clive Barrett Música: Richard Harvey Diseño de producción: Rolf Zehetbauer Intérpretes: Joseph Fiennes, Alfred Molina, Bruno Ganz, Peter Ustinov, Jonathan Firth, Claire Cox Muchos son los motivos del interés que despierta una película como Lutero. Se trata de una superproducción alemana (21 millones de euros) en lengua inglesa, rodada en localizaciones de Alemania (Bavaria, Turingia y Sajonia), República Checa e Italia (Roma). El director es un inglés de 75 años, veterano realizador de TV afincado en Canadá, que ya estuvo al frente de una película sobre el pastor evangélico Dietrich Bonhoeffeer, ahorcado por los nazis en 1945 acusado de haber participado en un atentado contra Hitler. El retrato de Martin Lutero (Eisleben, Alemania, 1483-1556) que encontramos en esta película responde plenamente a la percepción del personaje y de su obra que tienen sus seguidores, hasta el punto de que la película se puede ver como una suerte de docudrama o biopic oficial, como ha señalado el crítico de cine Kirk Honeycutt en el influyente Hollywood Reporter. Thrivent Financial for Lutherans, una entidad financiera estadounidense creada para ayudar a las iglesias y familias luteranas, en la que convergen dos importantes asociaciones -Aid Association for Lutherans y Lutheran Brotherhood- ha aportado la mitad del presupuesto. Por su parte, la Iglesia Evangélica alemana ha contribuido decididamente a la distribución de la cinta, que se ha podido ver en 200 salas, con 2,5 millones de espectadores alemanes, que dejaron en taquilla cerca de 20 millones de euros. En Suiza tuvo 100.000 espectadores y 200.000 en Austria. En Italia ha recaudado algo más de 900.000 euros, pudiéndose ver en 110 salas. Notas de producción Alexander Thies, uno de los productores, con el que pudimos conversar en Madrid (la película inauguró el VI Festival de Cine Alemán que organiza la Export-Union del Cine Alemán en colaboración con el Goethe Institut y otras instituciones alemanas), señaló que la película está rodada en inglés para facilitar su distribución en el mercado de habla inglesa, mucho más amplio que el alemán. En EE.UU. se estrenó es 400 salas y ha ingresado 5,7 millones de dólares. Algunos de los críticos que intervinieron en la rueda de prensa mostraron su extrañeza ante la opción del inglés, teniendo en cuenta que uno de los factores determinantes de la popularidad de Lutero -reseñado en la propia película- fue que usase la lengua alemana en sus escritos y que tradujese por vez primera la Biblia a esa lengua, de la que se le considera casi el padre. Desde el punto de vista técnico la película tiene hermosas localizaciones y un cuidado diseño de producción del alemán Rolf Zehetbauer (La historia interminable, El submarino, La ansiedad de Veronica Voos, Lily Marleen). La excelente fotografía es del responsable de títulos muy conocidos como Ronin, Siete años en el Tibet o Enemigo a las puertas. El montador -que trabajó para el irlandés Jim Sheridan en The boxer- imprime a la película un ritmo bastante ameno, aunque salte a la vista que la tentación de la miniserie televisiva estuvo muy cerca, por una disposición de conflictos y detonantes que dan lugar a escenas muy breves y escasamente hiladas, características del lenguaje de la ficción dramática televisiva. El vestuario y la puesta en escena son muy brillantes. Los intérpretes En la parcela interpretativa, el papel de Lutero se ha encomendado al inglés Joseph Fiennes (Shakespeare in love, Enemigo a las puertas), un buen actor con escaso parecido físico con el monje alemán si tenemos en cuenta los retratos de Lucas Cranach y Hans Holbein el Joven y las descripciones que nos han llegado del corpulento clérigo. El carácter tumultuoso y apasionado de Lutero, sus escrúpulos, su agilidad verbal, su mal genio y el tono mordaz y ocasionalmente procaz de sus diatribas, aparecen en la película, pero en sordina, de forma que en la vida de Lutero parece existir mucho más equilibrio del que da la sensación que hubo (baste recordar la brutal actitud de Lutero con respecto a la represión de los campesinos en 1525, año de su boda con Catalina de Bora, cuya caracterización también deja que desear). Peter Ustinov repite sus habituales tics "nerónicos" en una caracterización poco sutil por caricaturesca del Príncipe Elector de Sajonia, protector de Lutero. Algo parecido se puede decir de Alfred Molina en su interpretación de Tetzel, el predicador de indulgencias, un personaje verdaderamente repulsivo. Bruno Ganz encarna con solvencia a Von Staupitz, el superior agustino y director espiritual de Lutero, que le anima a no ver sólo lo negativo y a reparar en lo positivo de una Iglesia siempre necesitada de purificación. El emperador Carlos y el Cardenal Aleandro no salen muy bien parados, de forma que un espectador inteligente duda razonablemente de que fuesen así de obtusos. La cosa llega a ser ridícula en la caricatura satírica del Papa León X. Fondo histórico Pero es el fondo, en las opciones narrativas del necesariamente selectivo guión, donde hay más y mayores sorpresas. La película no consigue trasladar al espectador la evolución del personaje, los motivos que impulsan su conducta, las causas de una personalidad tremendamente escrupulosa que se aterra ante la cercanía de lo sobrenatural. Entre las omisiones, la que se lleva la palma es la del largo y trascendental debate mantenido por Lutero con el teólogo Johannes Eck, en Leipzig, entre los días 27 de junio y 16 de julio de 1519. No resulta convincente la explicación del productor de que no querían complicar una película ya compleja de por sí, especialmente para el público no versado en la materia. Se trata de una omisión que daña y mucho la credibilidad de la película, porque en la Disputa de Leipzig quedaron meridianamente claras las consecuencias del pensamiento de Lutero, hijo de sus atormentadas experiencias religiosas personales y de una formación teológica marcadamente occamista. Como señala el historiador de la Iglesia alemán Joseph Lortz la sobreexcitación nerviosa y la escrupulosa obstinación de un hombre sincero y extraordinariamente religioso empeñado en una reforma de la Iglesia devino en una revolución que negó los fundamentos de la fe cristiana y contribuyó grandemente y de forma correlativa a una secularización de la cultura y a una mundanización de la piedad. En el camino, Lutero, en parte por su temperamento fogoso y por su alejamiento de la vida de oración, en parte por el carácter bárbaro de la época que le toco vivir, se fue enrocando en un radical subjetivismo: Lutero, conviene tener en cuenta este dato, fue un apasionado de la escritura que sin embargo no fue nunca del todo "un oyente de la Palabra". La película, en su romántico e idealizado retrato de Lutero, olvida casi por completo lo que Lortz resume de manera contundente "la simplificación liberadora del espiritualismo luterano (la confianza en el Padre a través del Hijo) supuso una tremenda amputación, un empobrecimiento decisivo del Cristianismo. Lutero, al rechazar el Magisterio y la Tradición, entronizó su propio dogmatismo subjetivista en la interpretación de la Escritura, propiciando la ulterior fragmentación del propio protestantismo". En cualquier caso, una película más que interesante para bucear en la vida de Lutero, que retrató magistralmente Villaoslada en un doble volumen apasionante. Valoración moral Es una buena película, que requeriría una presentación, para subrayar que está dirigida principalmente a los protestantes y que un católico debe ver teniendo en cuenta la objetividad: hay aspectos que no se entienden bien (p. ej. la responsabilidad de Lutero en la represión de la rebelión de los campesinos). Otros hechos históricos quedan difuminados (por ejemplo la motivación política de los príncipes alemanes para tomar el partido de Lutero frente al Emperador Carlos). Hay que tener criterio para entender algunos hechos históricos (las supuesta venta de indulgencias, la situación corrompida de algunos clérigos en Roma, la actitud del Papa y los cardenales) y algunas afirmaciones confusas que se dicen (las contradicciones entre Concilios, la lectura e interpretación de la Sagrada Escritura, la misericordia de Dios y la salvación, etc). Es muy buena película para verla con presentación, por alguien que sepa hacerlo bien, y video forum, para explicar las cosas y acercarse más a la realidad de los protestantes (Filasiete / AGH-JG)