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Memorias de un zombie adolescente
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Memorias de un zombie adolescente

Warm bodies
  • Público apropiado: Jóvenes-adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
  • Dirección: Jonathan Levine
Contenidos: Imágenes (algunas V, alguna S-)

Dirección: Jonathan Levine. País: USA. Año: 2013. Duración: 97 min. Género: Comedia, terror, romance. Interpretación: Nicholas Hoult (R), Teresa Palmer (Julie), Analeigh Tipton (Nora), Rob Corddry (M), Dave Franco (Perry), John Malkovich (general Grigio). Guion: Jonathan Levine; basado en la novela homónima de Isaac Marion. Producción: Bruna Papandrea, Todd Lieberman y David Hoberman. Música: Marco Beltrami y Buck Sanders. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Montaje: Nancy Richardson. Diseño de producción: Martin Whist. Vestuario: George L. Little. Distribuidora: eOne Films Spain. Estreno en USA: 1 Febrero 2013. Estreno en España: 19 Abril 2013.

Reseña:

Mi novio es un zombie
Fresca y correcta película apocalíptica sobre el amor imposible entre un muerto viviente y una aguerrida humana. Una película de “zombies” original, hecha en tono de comedia, incluso con toques románticos, pero fiel al género.

   Desde hace algunos años estamos asistiendo a un florecimiento del cine de zombis, que va más allá de una moda comercial, y ya tiene la categoría de síntoma cultural. Junto a los títulos puramente taquilleros y de entretenimiento, encontramos otros que encierran propuestas antropológicas y filosóficas de cierto interés. Es el caso que nos ocupa. A pesar de su tono fresco, aderezado con ribetes de comedia, y de su trama romántica, la película de Jonathan Levine indaga en cuestiones de más hondura.

   El argumento se basa en la novela “R y Julie”, de Isaac Marion, y nos cuenta la relación que se establece entre una humana, Julie (Teresa Palmer), y un zombie, R (Nicholas Hoult). Ella es una cazadora de zombis, y R, obviamente, es un atacante peligroso. Pero cuando, después de haberse comido a su novio, ve llorar a Julie, en R se pone en marcha un eco de humanidad que va a despertar paulatinamente todos los anhelos que caracterizan al corazón humano. Esta humanización rompe la barrera insalvable entre vivos y no-muertos, y enseguida se manifiesta contagiosa: todos los zombis albergan el deseo de volver a sentir. La bondad y la belleza se convierten en el horizonte de los no muertos, pero el ejército de hombres capitaneados por el padre de Julie, el Coronel Grigio (John Malkovich), se negará a creer en la posibilidad de dicha humanización. Obviamente esta estructura dramática, como se desprende del título de la novela, es un trasunto de “Romeo y Julieta”. Pero la condición de no-muerto de los Montesco introduce necesariamente originalidades antropológicas.

   Quien vea en la moderna eclosión zombie una metáfora de nuestra sociedad posmoderna, no puede no interpretar esta cinta en clave esperanzada: a pesar de nuestra deshumanización, es posible volver a despertar nuestro corazón. Cualquier gesto de ternura, compasión o hermosura puede reabrir la herida cerrada de nuestra exigencia infinita de bien, paz, amor, belleza, justicia..., que se resumen en los llamados “trascendentales del Ser”: bondad, verdad, unidad y belleza.

   Cinematográficamente, la película está muy pegada a las convenciones del subgénero en maquillaje y puesta en escena —con la salvedad de la originalidad de los esqueletos—, pero ese toque a medio camino entre lo cómico y dramático, con sus momentos de terror, funciona sorprendentemente bien. A pesar de las comparaciones inevitables que se han hecho con “Crepúsculo”, lo cierto es que está resulta más interesante. Además, la belleza australiana Teresa Palmer tiene muchos más litros de sangre en las venas que Kristen Stewart. Y Nicholas Hoult, a pesar de ser un zombi, es mucho más expresivo que Robert Pattinson.(Cope J. O.)