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Mis hijos
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Mis hijos

Dancing arabs

Contenidos: Imágenes: S (38'10''–40'10''; 72'15''–73'14''), X (50'30''–53'52''; 67'–67'40''), algunas V

Dirección: Eran Riklis. País:Israel.Año: 2014. Duración: 100 min. Género:DramaInterpretación: Tawfeek Barhum (Eyad), Yael Abecassis, Ali Suliman, Michael Moshonov. Guion: Sayed Kashua.Producción: Bettina Brokemper, Antoine de Clermont-Tonnerre, Michael Eckelt y Chilik Michaeli. Música: Jonathan Riklis. Fotografía: Michael Wiesweg. Distribuidora: Karma FilmsEstreno en España: 13 Marzo 2015

Reseña: 

Eyad es un joven palestino nacido en la ciudad de Tira a mediados de los setenta. Es un estudiante brillante que ha sido becado en un prestigioso y exclusivo colegio judío en Jerusalén. Es el primer árabe que estudia allí por lo que intenta por todos los medios encajar con sus compañeros y con la nueva sociedad. A pesar de su esfuerzo y de aguantar el constante acoso de sus compañeros, cuando se descubre que tiene una relación con Naomi, una joven judía, se verá obligado a abandonar la escuela. Cansado de no ser aceptado por sus orígenes y cegado por la ambición de ser admitido en sus nuevos círculos, Eyad comprende que tendrá que sacrificar su auténtica identidad para ser aceptado. Tendrá que tomar una decisión que puede cambiar su vida para siempre.

Sin ingenuidades tontas,  la cinta cuenta con sensibilidad una historia creíble que, al igual que en la reciente El hijo del otro, juega con la idea de intercambios de identidades, mostrando que el origen o lo que dice un papel tienen muy poca importancia, cuando hablamos de amor, amistad y entrega, eso sí que son palabras mayores. El guión es bueno. Se subraya la importancia de la familia y el espíritu de sacrificio al acometer los desafíos vitales.

Con un valioso guión de Sayed Kashua basado en su propia obra, se pintan bien los desafíos que afrontan los diversos personajes, y la importancia de la familia a la hora de acometerlos de la mejor manera posible, con la importancia primordial de las madres, nada como esa complicidad maternofilial y el espíritu de sacrificio siempre bien dispuesto para apurar los tragos amargos. Es bella la subtrama amorosa, pero aún más la del cuidado del amigo discapacitado, adquiriendo un perfecto simbolismo lo de vivir juntos la misma vida. El estilo documental de la película impide que  la cinta llegue a un público más general.(Almudí JD) Decine21 AQUÍ