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Odette, una comedia sobre la felicidad

Odette, una comedia sobre la felicidad

Odette Toulemonde
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2007
  • Dirección: Eric-Emmanuel Schmitt
Dirección: Eric-Emmanuel Schmitt
Intérpretes: Catherine Frot, Albert Dupontel, Jacques Weber, Fabrice Murgia, Nina Drecq, Camille Japy.
Guión: Eric-Emmanuel Schmitt
Música: Nicola Piovani
Fotografía: Carlo Varini
Distribuye en Cine: Notro Films
Duración: 100 min.
Género: Comedia

La fan número uno 

    Odette Toulemonde es una encantadora viuda de cuarentaitantos. Tiene dos hijos: Rudy, un gay extrovertido de alegre corazón; y Sue Ellen, habitualmente más enfurruñada y menos amistosa. Odette trabaja como dependienta de cosméticos en unos grandes almacenes y vive en un barrio tristón de clase media. 

    Sin embargo, pese a su vida más o menos gris, Odette es divertidamente risueña, tiene un corazón de oro y una gran debilidad por las novelas de Baltazhar Balsan, un autor a quien adora. Según ella, sus novelas son el refugio donde encontró la felicidad tras la muerte de su marido diez años atrás. Un buen día, Odette decide demostrarle su admiración y expresarle su agradecimiento por medio de una carta. 

    Debut en la dirección del escritor Eric-Emmanuel Schmitt, reputado autor teatral y novelista. Uno de sus relatos, El señor Ibrahim y las flores del Corán, ya fue llevado con éxito al cine en 2003 por François Dupeyron, con guión del autor. Ahora traslada a la pantalla su novela “Odette Toulemonde et autres histories” y el resultado es sobradamente estimable. 

    El film tiene un aire de cuento jovial, romántico y enternecedor, que logra transmitir un meritorio equilibrio entre el drama y la comedia. Pero, aunque cobren fuerza algunos elementos dramáticos, Schmitt acaba por decantarse pronto por la diversión y la mirada optimista hacia las cuitas de los protagonistas. En este sentido, ofrece memorables imágenes de "realismo mágico" al más puro estilo Mary Poppins, que ilustran a la perfección el vitalismo y el carácter soñador de Odette. 

    Asimismo resultan originales, aunque también algo desconcertantes, esas reiteradas visiones de Jesús, cuyas acciones quieren ser un trasunto de las diversas aventuras de la protagonista y su vida dedicada a los demás. Ese aire encantador e irreal –a veces próximo al musical cuando la protagonista canta y baila las canciones de Josephine Baker– es introducido en una puesta en escena convencional y realista, donde el peso absoluto lo llevan los personajes. 

    Y como todo cuento que se precie, éste también tiene su moraleja. Schmitt da una visión acertada y nada superficial de lo que ha de ser el amor verdadero, y de que, en general, muchas veces los hombres no somos felices porque buscamos el bienestar en el lugar equivocado. Como bien enseña Odette, procurar la felicidad de los demás es lo que hace dichosas a las personas. 

    Odette es claramente un personaje deudor de la Amelie de Jean-Pierre Jeunet, aunque es verdad que no llega al nivel del inolvidable personaje interpretado por Audrey Tautou. De cualquier forma, hay que destacar la extraordinaria actuación de Catherine Frot (Caos, Las hermanas enfadadas), sin lugar a dudas el alma de la película y la clave de su éxito. La Frot es una actriz enorme, con un talento excepcional y nada ostentoso para la comedia grata, con clase, y posee un rostro y unas maneras llenas de desparpajo y complicidad, bajo ese perpetuo gesto de pajarillo indefenso y bondadoso. (decine21 / Almudí)