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¿Quién dice que es fácil?

¿Quién dice que es fácil?

¿Quién dice que es fácil?
Dirección: Juan Taratuto
Intérpretes: Diego Peretti, Carolina Pelleritti, Laura Pamplona, Daniel Rabinovich, Andrés Pazos, Carlos Portaluppi, Guillermo Toledo.
Guión: Pablo Solarz, Juan Taratuto, Diego Peretti
Música: Lucio Godoy
Fotografía: Marcelo Iaccarino
Distribuye en Cine: On Pictures
Duración: 108 min.
Género: Comedia, Romántico

Pared con pared 

    Aldo regenta un lavadero de coches. Es un tipo puntilloso, al que le gusta tener todo bajo control, y que se hagan las cosas como él cree que deben hacerse. Por ejemplo, nunca dejará a sus empleados marcharse antes de la hora aunque llueva a mares, motivo por el cual es poco probable que nadie traiga a lavar su automóvil. Contiguo a su casa, Aldo tiene un piso que desea alquilar. Y aparece en escena Andrea, una fotógrafa guapa y desinhibida. 

    Se convertirá en inquilina, y su carácter no puede ser más opuesto al de Aldo. Entre que ella anda "buscando guerra" y él es bastante tímido, tendrán enseguida un escarceo sexual: pero él tiene un problema, y es que no puede controlarlo todo, pues tiene eyaculación precoz. 

    Decepcionante comedia del tándem Juan Taratuto-Diego Peretti, que funcionó razonablemente en No sos vos, soy yo. Tal vez por partir de material ajeno -el guión es de Pablo Solarz (Historias mínimas), aunque los títulos de crédito conceden a Taratuto y Peretti el papel de adaptadores del diálogo- y por un tonto afán de modernidad de dudoso gusto, el caso es que el film nunca logra funcionar. 

    Tiene a su favor la gracia natural de Diego Peretti -cada vez más en su rol de "Woody Allen argentino"-, que al principio promete, pero la estructura narrativa tiene agujeros por todas partes, y la historia se estanca enseguida. Como trama alocada todo queda en la promiscuidad de ella -está embarazada y no sabe quién es el padre de la criatura ni le importa-, en el complejo de él por su "problemilla", que pretende arreglar con ayuda de su madura asistenta, y en ocurrencias como la del deseo de Andrea de parir en casa, porque es más natural, lo que propicia la presencia secundaria de Guillermo Toledo como médico naturalista. 

    La subtrama del padre viudo no aporta nada en su equívoco mensaje, y los amigos de Aldo con los que juega al scalextric o su abogado-psiquiatra son presencias que podrían haber dado mucho más juego humorístico. (decine21 / Almudí AG-ER)