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Sombras tenebrosas

Sombras tenebrosas

Dark Shadows
  • Público apropiado: Jóvenes-adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2012
  • Dirección: Tim Burton
Contenidos: S (55'00''-55'12''; 55'46''-56'25''; 41'15''-45'30''; 55'12''-55'46''; 117'08''-117'13"), (algunas V)

Reseña:

Dirección: Tim Burton. País: USA. Año: 2012. Género: Comedia, fantástico. Interpretación: Johnny Depp (Barnabas Collins), Michelle Pfeiffer (Elizabeth Collins Stoddard), Helena Bonham Carter (Dra. Julia Hoffman), Eva Green (Angelique Bouchard), Chloë Grace Moretz (Carolyn Stoddard), Jackie Earle Haley (Willie Loomis), Jonny Lee Miller (Roger Collins), Gulliver McGrath (David Collins), Bella Heathcote (Victoria Winters), Ray Shirley (Sra. Johnson), Christopher Lee (Clarney). Guion: Seth Grahame-Smith; a partir de un argumento de John August y Seth Grahame-Smith; basado a su vez en la serie de televisión creada por Dan Curtis. Producción: Christi Dembrowski, Johnny Depp, David Kennedy, Graham King y Richard D. Zanuck. Música: Danny Elfman. Fotografía: Bruno Delbonnel. Montaje: Chris Lebenzon. Diseño de producción: Rick Heinrichs. Vestuario: Colleen Atwood. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en USA: 11 Mayo 2012. Estreno en España: 11 Mayo 2012

El regreso de Barnabas

   “Sombras tenebrosas (Dark shadows)” es la adaptación cinematográfica de una serie de televisión de la década de los 60 en la que se dejaban ver habituales criaturas del mundo del terror, como fantasmas, zombies, vampiros, licántropos o brujas. En el año 1752, Joshua y Naomi Collins, con su jovencito hijo Barnabas, zarpan de Liverpool, Inglaterra, para iniciar una nueva vida en América. Pero incluso un océano no es suficiente para escapar de la misteriosa maldición que ha caído sobre su familia. Pasan dos décadas y Barnabas (Johnny Depp) tiene el mundo a sus pies, o por lo menos la ciudad de Collinsport, Maine. Barnabas, el amo de Collinwood Manor, es rico, poderoso y un mujeriego impenitente… hasta que comete el grave error de romperle el corazón a Angelique Bouchard (Eva Green).

   Angelique, una bruja en toda la extensión de la palabra, le condena a un destino peor que la muerte: le convierte en vampiro y le entierra vivo. Dos siglos después, Barnabas sale de su tumba y emerge en 1972 en un mundo muy distinto del que conocía. Regresa a Collinwood Manor para encontrar que lo que en su tiempo era una gran casa solariega, está ahora en ruinas. A los restos disfuncionales de la familia de Collins no les ha ido mucho mejor que a la casa, y cada uno de ellos encierra oscuros secretos. La matriarca Elizabeth Collins Stoddard (Michelle Pfeiffer) ha recurrido a una psiquiatra residente, la Dra. Julia Hoffman (Helena Bonham Carter), para que la ayude en sus problemas familiares.

   Se diría que Tim Burton anda carente de ideas. Se abrió camino con guiones originales, pero a lo largo de la última década ha entregado entre otras cosas dos remakes –Charlie y la fábrica de chocolate, El planeta de los simios (2001)–, y una aproximación al universo de Lewis Carroll (Alicia en el país de las maravillas). Ahora lleva a la gran pantalla Sombras en la oscuridad, culebrón televisivo con tintes sobrenaturales poco conocido fuera de Estados Unidos que se emitió entre 1966 y 1971, alcanzando la friolera de 1.225 episodios.

   Burton mantiene su potencia visual, y logra los mejores resultados en las secuencias que ilustra con clásicos de la música de los 70. La época de los hippies, cuando transcurrió la infancia del realizador, y de donde proviene la serie, se describe con amabilidad. Tampoco ha perdido el toque para caracterizar como estrambóticos seres a actores de primer orden.

   Por desgracia, Burton no logra remontar el mayor punto débil, un guión muy poco inspirado de su nuevo descubrimiento, Seth Grahame-Smith. Para empezar, quedan absolutamente desdibujados todos los secundarios, y aunque el original venía a ser similar a La familia Addams y La familia Monster, aquí parecen sobrar todos los descendientes del personaje de Johnny Depp. Los golpes cómicos no acaban de funcionar, y el romanticismo decimonónico que pretende imprimir al vampiro protagonista acaba rompiéndose al involucrar a éste en relaciones sexuales. Debido a estos defectos, Burton no puede evitar ofrecer cierta sensación de agotamiento. (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS