Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias antiguas
  • Aquellos jóvenes de Tor Vergata

Noticias antiguas

Aquellos jóvenes de Tor Vergata

  • Imprimir
  • PDF
Una generación que Juan Pablo II bautizó como "centinelas de la mañana"

OpusPrima.wordpress.com

Esta tarde, al contemplar la imagen de Nuestra Señora de Chestokova que preside mi habitacióAlmudi.org - Juan Pablo IIn, me ha invadido el recuerdo de Tor Vergata. No es la primera vez que ocurre, por lo que estoy seguro de que aquella vivencia está fuertemente impregnada en mi mente.

        Desconozco si esto también les ocurre a todos aquellos que participaron en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Roma durante el Jubileo del Año 2000. Han transcurrido poco más de diez años. Algunas cosas han cambiado, entre ellas el nombre del Santo Padre; otras parecen mantenerse inquebrantables, como la debilidad de los derechos humanos.

        Qué es de aquellos jóvenes de Tor Vergata, aquella generación que Juan Pablo II bautizó como "centinelas de la mañana". Roma vive en mi de una manera que quizá sólo puedan comprender quienes estuvieron en la Ciudad Eterna durante aquel agosto de hace ya diez años.

        Ciertamente, en mi vida hay muchos pasos adelante y otros tantos hacia atrás, también sentimientos y momentos claroscuros. Sin embargo, Roma, así como un previo Camino a los pies del Apóstol Santiago en verano de 1999, supuso un cambio radical en mi vida a pesar de las cuantiosas confusiones que revolotean en mi cotidianidad: el encuentro con la fe.

        Aquella fue la primera de las muchas ocasiones que tuve de convivir junto al Santo Padre Juan Pablo II. De aquellos días vienen y van con relativa constancia muchos recuerdos, pero en especial la invitación que el propio Pontífice recogería poco después en su Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte: ¡Duc in altum! Remar mar adentro para vivir con pasión el presente y abrirnos con confianza al futuro.

        A qué joven de Tor Vergata no le sacuden estas palabras. Con el don del Espíritu, el Papa nos mostró que Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre. Qué Él es el fundamento y el centro de la historia y, al mismo tiempo, nuestro camino y nuestro fin. Con Él y junto a Él todo es posible.

        Fue en Roma cuando oí con mayor fuerza, por esa facilidad para transmitir que poseía Juan Pablo II procedente del propio testimonio, la llamada a la santidad. A pesar de la flaqueza humana nos indicó que todo es posible en Cristo. Que no había que seguir a otro que al único que nos puede salvar; que le siguiéramos a Él y al Evangelio situando la fe como sustrato de nuestra esperanza.

        A nosotros, que habíamos visto el rostro de Cristo, nos encomendó la tarea de ser centinelas de la mañana, de mirar hacia delante, remando mar adentro, sin caer presas de la inercia y la pereza porque nos esperaban muchas cosas en el mundo que sólo cambiarán mediante el verdadero testimonio de fe: el relativismo que deforma la correcta interpretación de la persona humana y su dignidad y que se manifiesta en las distintas formas del aborto, la eutanasia, el amor mal comprendido de la homosexualidad, la ausencia de derechos, etc.    

        Diez años después seguimos encomendados a la misma misión, una misión perenne que es la propia de la Iglesia. Somos centinelas de la mañana, cada día, en cada uno de nuestros quehaceres hemos de reflejar el rostro de Cristo en una sociedad como la nuestra, muchas veces persuadida y ensimismada por lo material hasta el extremo de obviar la realidad.

        El cambio de mentalidad, por muy difícil que resulte, sólo puede hacerse desde el testimonio de la fe, puesto que la salvación no nos ha sido revelada mediante la carne ni la sangre, sino mediante el Padre (Mt 16, 17). Estemos tranquilos, Juan Pablo II ya nos advirtió de tan dificultosa tarea. Limitémonos en ponernos al servicio de Dios y Él obrará.  

        Somos centinelas de la mañana. No podemos abandonar, no podemos permitirnos que Cristo nos pregunte, ¿también vosotros queréis marcharos? (Jn 6, 67). En Roma nos comprometimos, aunque algunos como yo hemos abandonado o esquivado muchas veces el camino de nuestra misión a lo largo de estos diez años. Volvemos y seguimos porque sólo podemos acudir a Él, el único que tiene palabras de vida eterna (Jn 6,68) y que no cierra nunca los brazos de su misericordia. Esto hemos de testimoniarlo en nuestra sociedad, porque en ello va el valor y la dignidad, el sentido y la esperanza de los hombres.

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Revolución de la ternura: un nuevo paradigma eclesial en el pontificado de Francisco
    Amparo Alvarado Palacios
  • La confesión sacramental, un camino de libertad y de amor a Dios
    Redaccion opusdei.org
  • El hombre como relación a Dios según Kierkegaard
    Juan F. Sellés
  • El juicio final en la teología de santo Tomás de Aquino
    Leo Elders
  • La «cooperación orgánica» del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial en las Prelaturas personales
    José R. Villar
  • Eucaristía y sacerdocio
    Fernando Ocáriz
  • La Pedagogía del Amor y la Ternura: Una Práctica Humana del Docente de Educación Primaria
    César Enrique López Arrillaga
  • Mons. Álvaro del Portillo y el Concilio Vaticano
    Card. Julián Herranz
  • Una nueva primavera para la Iglesia
    Benedictus.XVI
  • El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América
    Mariano Fazio
  • El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han
    Juan Pablo Espinosa Arce
  • El culto a la Virgen, santa María
    Gaspar Calvo Moralejo
  • Ecumenismo y paz
    José Carlos Martín de la Hoz
  • Verdad y libertad I
    Eudaldo Forment
  • La razón, bajo sospecha. Panorámica de las corrientes ideológicas dominantes
    Benigno Blanco
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad