Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias antiguas
  • Entusiasmo laico por la revolución de los monjes

Noticias antiguas

Entusiasmo laico por la revolución de los monjes

  • Imprimir
  • PDF
La “revolución de los monjes” en Myanmar está siendo jaleada con entusiasmo por la prensa más alérgica a la religión

Aceprensa

    Nos lo tienen dicho: las religiones atizan los conflictos políticos, cuando no los crean; hay que evitar toda injerencia de las ideas y movimientos religiosos en la vida pública; los clérigos deben quedarse en el templo, sin interferir con sus pronunciamientos en la esfera civil; y los políticos tienen que olvidarse de sus creencias al hacer las leyes. Pero ahora resulta que si los que salen a la calle son budistas, llevan túnica granate y la cabeza rapada, y protestan contra una junta militar, son unos héroes cívicos. La “revolución de los monjes” en Myanmar está siendo jaleada con entusiasmo por la prensa más alérgica a la religión.Almudi.org - Myanmar

    Es verdad que la junta militar que desgobierna en Birmania desde hace 45 años es de lo más impresentable que queda en Asia. No hay que olvidar tampoco que en estas décadas ha reprimido todos los intentos de oposición, llegando a anular las elecciones que ganó en 1990 Aung San Suu Kyi, la premio Nobel de la Paz sometida a arresto domiciliario. Pero el hecho de que ahora la protesta esté encabezada por los monjes budistas es un signo significativo de que la religión puede ser un factor decisivo en la democratización de una sociedad.

    El movimiento, que empezó como una protesta contra una elevación de precios decidida por el gobierno, ha tomado después un cariz netamente político, para reclamar la democratización del país y la reconciliación nacional. El gobierno ha reaccionado conforme al patrón tradicional: acusa a los monjes de inmiscuirse en la política, de provocar un conflicto, y de intentar subvertir las leyes.

    Por el contrario, la prensa extranjera transmite una visión muy positiva de la postura de los monjes. Se reconoce que son objeto de gran reverencia entre la población birmana, que es altamente devota. Pero esta vez no se critica este clericalismo, ni se acusa a los monjes de intentar imponer sus criterios en la vida civil. Al contrario, se subraya que constituyen ”la más alta autoridad moral del país”. Se alaba su valentía, determinación y disciplina, frente a las presiones del gobierno. Y se augura que su movimiento pueda derribar al gobierno de los militares.

    El carácter pacífico de sus protestas desmiente también el cliché de que una fuerte creencia religiosa desemboca en soluciones violentas. En Myanmar estamos viendo lo que también ha ocurrido en otros sitios, desde Filipinas a Polonia: la religión ha movilizado a multitudes para que se opusieran a regímenes dictatoriales, para impulsar transiciones democráticas, apoyar los derechos humanos y buscar la reconciliación nacional. Y si alguna sangre se ha vertido, ha sido por parte de los poderes que se resistían al cambio. Así la inspiración religiosa ha estado en la base de la instauración de la democracia en no pocos regímenes de Latinoamérica, de Europa Central y del Este, y de algunos países de África y Asia.

    Esta vez solo la junta militar birmana ha gritado “los monjes, a los templos”. Al contrario, se apoya que salgan a la calle. Frente a los que quieren poner la religión en cuarentena, el caso de Myanmar ha servido para advertir que el futuro de una democracia puede estar mejor asegurado si la religión sigue formando parte del tejido social. Cabe esperar que esta actitud de respeto siga siendo válida cuando se trate de creyentes cristianos en vez de budistas.

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • El concilio ecuménico Vaticano II: características de la recepción de un concilio singular (VaticanoII_II)
    Joaquín Perea González
  • El concilio ecuménico Vaticano II: características de la recepción de un concilio singular (I)
    Joaquín Perea González
  • La inculturación de la fe, desafío para una educación cristiana de calidad
    José María Barrio Maestre
  • Catolicismo y conquista del nuevo mundo. Función, apogeo y decadencia
    Felipe Pérez Valencia
  • El problema de la debilidad del espíritu
    Rafael Alvira
  • La ignorancia responsable en Aristóteles
    Mario Spangenberg Bolívar
  • EL VALOR DE LA AMISTAD EN LA VIDA DEL HOMBRE La libertad de ser uno mismo con el otro
    Melisa Brioso, Blanca Llamas, Teresa Ozcáriz, Arantxa Pérez-Miranda Alejandra Serrano
  • La guerra de Rusia contra Ucrania: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
    Javier Morales Hernández
  • El deseo en la cultura de la seducción
    Manuel Cruz Ortiz de Landázuri
  • Tolkien, maestro de la esperanza
    Benigno Blanco Rodríguez
  • La educación democrática en el contexto de la deliberación y el agonismo político
    Sergio Luis Caro Arroyo
  • La Virgen María y el culto mariano en el arte y la literatura de la España de la edad de plata
    Javier García-Luengo Manchado
  • La Asunción de María
    José Ignacio Munilla
  • La familia de Dios padre: la fraternidad de los hijos de Dios
    Jean-Louis Brugues
  • La educación emocional, el auto-concepto, la autoestima y su importancia en la infancia
    Ana Roa García
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad