Almudi.org
  • Inicio
  • Libros
  • Películas
    • Estrenos de CINE
    • Estrenos de DVD - Streaming
    • Series de TV
  • Recursos
    • Oración y predicación
    • La voz del Papa
    • Infantil
    • Documentos y libros
    • Opus Dei
    • Virtudes
    • Kid's Corner
  • Liturgia
    • Misal Romano
    • Liturgia Horarum
    • Otros Misales Romanos
    • Liturgia de las Horas
    • Calendario Liturgico
    • Homilías de Santa Marta
  • Noticias
  • Almudi
    • Quiénes somos
    • Enlaces
    • Voluntariado
    • Diálogos de Teología
    • Biblioteca Almudí
  • Contacto
    • Consultas
    • Colabora
    • Suscripciones
    • Contactar
  • Buscador
  • Noticias
  • Examen

Examen

  • Imprimir
  • PDF
Escrito por Enrique García-Máiquez
Publicado: 15 Julio 2013
Parece que a mi hija le pareció bien mi respuesta

egmaiquez.blogspot.com

De golpe, sin previo aviso, me dice Carmen: «Tú no te vas a morir nunca, ¿verdad, papá?»

      Noqueado, todavía tengo que pensar, y rápido, y bien, qué le contesto. Pasaron por mi cabeza, que daba vueltas, estas cuatro opciones, como en un examen tipo test:

A - Ni tú tampoco, cariño. Somos inmortales, por la gracia de Dios. 

B - Sí me voy a morir, aunque no te preocupes, que será cuando Dios quiera, y entonces nada malo podrá pasarme ni pasarte. 

C - Sí, pero dentro de muchísimo tiempo.

D - ¡¿De dónde has sacado esa idea?!

      Descartada la D, por escapista, y la C, por incierta, mi duda estaba entre la A y la B, ambas verdaderas. Opté por la B, porque la A no respondía talmente a su pregunta y porque esa respuesta ya la tiene al final de un poema mío llamado Epitafio que es de suponer que leerá alguna vez después del deceso:

[…]

Esperanza, compañeros,

las almas viven y, encima,

resucitarán los muertos.

      Como yo iba conduciendo, no pude −so pena de precipitar el acontecimiento− volverme a ver la cara que puso ante la respuesta B, pero pasó a otro tema, con voz tranquila, sin preguntarme −oh, milagro− «¿por qué?». Parece que le pareció bien. Durante el resto del día estuvo especialmente cariñosa conmigo, como mimándome.

Enrique García-Máiquez

  • Anterior
  • Siguiente

Colabora con Almudi

Quiero ayudar
ARTÍCULOS
  • Catolicismo y conquista del nuevo mundo. Función, apogeo y decadencia
    Felipe Pérez Valencia
  • El problema de la debilidad del espíritu
    Rafael Alvira
  • La ignorancia responsable en Aristóteles
    Mario Spangenberg Bolívar
  • EL VALOR DE LA AMISTAD EN LA VIDA DEL HOMBRE La libertad de ser uno mismo con el otro
    Melisa Brioso, Blanca Llamas, Teresa Ozcáriz, Arantxa Pérez-Miranda Alejandra Serrano
  • La guerra de Rusia contra Ucrania: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
    Javier Morales Hernández
  • El deseo en la cultura de la seducción
    Manuel Cruz Ortiz de Landázuri
  • Tolkien, maestro de la esperanza
    Benigno Blanco Rodríguez
  • La educación democrática en el contexto de la deliberación y el agonismo político
    Sergio Luis Caro Arroyo
  • La Virgen María y el culto mariano en el arte y la literatura de la España de la edad de plata
    Javier García-Luengo Manchado
  • La Asunción de María
    José Ignacio Munilla
  • La familia de Dios padre: la fraternidad de los hijos de Dios
    Jean-Louis Brugues
  • La educación emocional, el auto-concepto, la autoestima y su importancia en la infancia
    Ana Roa García
  • El problema de la prohibición en la ética
    Roberto Gutiérrez Laboy
  • Legalidad y legitimidad
    Luis Legaz Lacambra
  • Eficacia de la Sagrada Escritura en la configuración de la vida cristiana
    Bernardo Estrada
MÁS ARTÍCULOS

Copyright © Almudí 2014
Asociación Almudí, Pza. Mariano Benlliure 5, entresuelo, 46002, Valencia. España

  • Aviso legal
  • Política de privacidad