Frivolidad reversible

Enrique García-Máiquez

¿Nos va a pasar con la frivolidad como con la tolerancia, que sólo va en un sentido?

Los 5 pasos para que tu día a día sea de Dios

Béatrice de La Coste

Las circunstancias de la vida no son un obstáculo en el camino del perfeccionamiento y del sacrificio

Similares y… maravillosamente diferentes: si hombres y mujeres hablan dos idiomas ‘diversos’

Cecilia Galatolo

¿Por qué negar las diferencias entre hombre y mujer?

¿En la mano o en la boca?

Ernesto Juliá

Lo importante es ser consciente de a Quién se recibe, y acogerlo con Fe y Amor renovado y muy personal. La Comunión es un encuentro con Cristo, una unión con Cristo que anuncia el Cielo y la Eternidad…

La ley de la eutanasia

Ángel Cabrero Ugarte

En estos tiempos en los que hay tantos medios para conseguir que los enfermos puedan llevar con más facilidad sus males, que haya quienes valoren tan escasamente la vida no deja de ser sorprendente

‘Una sociedad solidaria y justa es una sociedad más sana’

Francisco

Concluyendo con las catequesis sobre sanar el mundo, el Santo Padre ha exhortado a “regenerar la sociedad y no volver a la llamada ‘normalidad’, porque esta normalidad estaba enferma de injusticias, desigualdades y degrado ambiental”

Pequeños reyes de la nada

María Calvo Charro

La errónea identificación de la libertad con la total ausencia de reglas y límites ha conducido a muchos jóvenes hacia la peor de las esclavitudes: la ausencia de control sobre uno mismo y sobre el mundo circundante

Comprarse un yate

Ana Rodríguez de Agüero

Un hijo es una persona capaz de amar, de cuidar, de pensar, de innovar, de trabajar… En cualquier caso, una persona que seguirá aquí cuando nosotros nos marchemos: una esperanza de futuro

Esther, testimonio en primera persona: “Con los cuidados adecuados nadie quiere morir”

Carmen Labayen

Con 55 años y una enfermedad incurable, Esther llegó a pedir que pusieran fin definitivamente a su sufrimiento. Ahora, ha recuperado la esperanza

La musa es la muerte

Enrique García-Máiquez

Recorre el país una oscura pulsión de muerte, que no hay quien entienda