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Ali

Ali

Ali
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
  • Dirección: Paco R. Baños
Contenidos: Imágenes (varias S), Diálogos (varios D), Ideas (hedonismo, amoralidad, ausencia de trascendencia F)

Dirección: Paco R. Baños. País: España. Año: 2012. Género: Drama. Interpretación: Nadia de Santiago (Ali), Verónica Forqué (Alicia), Adrián Lamana (Julio), Luis Marco (Antonio), Julián Villagrán (Vicente), Angy Fernández (Manuela). Guion: Paco R. Baños y Rafael Cobos. Producción ejecutiva: Álvaro Alonso. Música: Julio de la Rosa. Fotografía: Álvaro Gutiérrez. Montaje: José M.G. Moyano. Diseño de producción: Gigia Pellegrini. Vestuario: Soledad Molina. Distribuidora: La Luna de Tantán. Estreno en España: 17 Mayo 2013.

Reseña:

   Aunque ya tiene dieciocho años y trabaja en un supermercado, Ali (Nadia de Santiago) sigue siendo una adolescente inmadura, que fuma constantemente, colecciona juguetes antiguos, le da pánico aprender a conducir, hace gamberradas con sus amigas y tontea con Julio (Adrián Lamana), un cariñoso compañero del trabajo, con el que se niega a comprometerse. Además, Ali se pelea constantemente con su madre Alicia (Verónica Forqué), que padece profundas depresiones mientras salta de novio en novio. En realidad, Ali vive en el imaginario País de Ali, un lugar idílico donde no es frágil ni vulnerable. Pero la dura realidad la devuelve una y otra vez al País de Alicia, el de los adultos.

   Hijo de su tiempo, este primer largometraje de Paco R. Baños presenta a una juventud infantilizada, sin sentido trascendente de la vida, con profundas carencias emocionales y afectivas, y sin referentes morales sólidos frente a la hipersexualización ambiental, cuyo tosco hedonismo deforma hasta la caricatura el verdadero concepto del amor y convierte en monigotes a los que se dejan seducir por él. El guión presenta esta triste realidad con excesiva crudeza verbal y formal, y sin llegar a sus raíces, pero también con lucidez, centrando más sus críticas en la generación perdida de los padres que en la de los veinteañeros. Este enfoque dota de profundidad a los diálogos, fortalece los perfiles de los personajes y da alas a las notables interpretaciones, todas ellas con un alto nivel de veracidad e intensidad dramática, sobre todo las de Nadia de Santiago y Verónica Forqué.

   Por su parte, Paco R. Baños traduce esta atractiva propuesta narrativa e interpretativa a través de una variada puesta en escena, de planificación casi siempre sugerente, sobre todo en su descarada imitación de “Amelie”, del francés Jean-Pierre Jeunet, y del cine independiente estadounidense de la última década. El conjunto lo subraya una brillante banda sonora de Julio de la Rosa, completada con varias canciones sugerentes. Queda sí una película interesante por fuera y por dentro, sin duda limitada en sus planteamientos, pero por encima de la media del cine español. (Cope J. J. M.)