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Amor es todo lo que necesitas

Amor es todo lo que necesitas

Den skaldede frisør
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
  • Dirección: Susanne Bier
Contenidos: Imágenes (algunas X), Ideas (infidelidad matrimonial, ideología de género, alguna concesión gay F)

Dirección: Susanne Bier. Países: Dinamarca e Italia. Año: 2012. Duración: 112 min. Género: Comedia romántica. Interpretación: Pierce Brosnan (Phillip), Tryne Dyrholm (Ida), Kim Bodnia (Leif), Molly Blixt Egeling (Astrid), Paprika Steen (Benedikte), Sebastian Jessen (Patrick). Guion: Anders Thomas Jensen. Producción: Sisse Graum Jorgensen y Vibeke Windelow. Música: Johan Söderqvist. Fotografía: Morten Søborg. Montaje: Pernille Bech Christensen y Morten Egholm. Diseño de producción: Peter Grant. Vestuario: Signe Sejlund. Distribuidora: Golem. Estreno en Dinamarca: 6 Septiembre 2012. Estreno en España: 21 Diciembre 2012.

Reseña:

Los padres de los novios

   Tras ganar un merecidísimo Oscar a la mejor película extranjera con la redonda En un mundo mejor, la danesa Susanne Bier –también autora entre otros títulos de Hermanos y Después de la boda– cambia radicalmente de localizaciones, pues Amor es todo lo que necesitas transcurre casi por completo en majestuosas localizaciones de Italia.

   Pierce Brosnan viaja a un idílico lugar europeo rodeado de mar para una boda filial. Aunque esta vez el actor no canta, casi se diría que Amor es todo lo que necesitas es el reverso de Mamma Mia!, porque con elementos que en otras manos habrían dado lugar a un film frívolo y ligero, quizás a una comedia romántica de las más bobaliconas, Susanne Bier construye un film sólido. En comparación con su filmografía precedente, viene a ser lo más parecido a un divertimento que quizás pueda llegar a rodar la danesa, que empezó su carrera con el dramón Te quiero para siempre y desde entonces ha dejado poco espacio a la carcajada. Pero aunque logra hacer reír en ocasiones, tiene un trasfondo de drama que da pie a la reflexión sobre las relaciones familiares, la enfermedad, la infidelidad y la necesidad del amor. Viene a ser como si la realizadora quisiera demostrar que su dominio de la realización da de sobra para rodar secuencias de comedia, pero no desea olvidar que la vida también es trágica.

   Quizás Amor es todo lo que necesitas no llega a ser tan redonda como las anteriores películas de Susanne Bier, pero ésta lleva al espectador hacia donde quiere con maestría. No sólo Brosnan está a años luz de otros de sus trabajos, más real y humano que de costumbre. Le rodea un reparto de lo más ajustado, en el que sobresale Trine Dyrholm, una de las grandes del cine escandinavo, cuyo personaje protagonista, Ida (fuerte frente a la enfermedad, pero necesitada de cariño), tiene muchos más matices y presencia en pantalla que aquella esposa separada del médico que interpretó en el anterior trabajo de la cineasta. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS

   Lo mejor de la película es la fresca puesta en escena de Bier —que aprovecha al máximo los bellísimos paisajes de Sorrento— y las interpretaciones del irlandés Pierce Brosnan y la danesa Trine Dyrholm, que dotan a su patético romance de una veracidad y una emotividad arrebatadoras. Sin embargo, en ese proceso, el guión de Anders desdramatiza las duras consecuencias del adulterio e idealiza el simple enamoramiento —además, en circunstancias difíciles—, caricaturizando para ello al resto de los personajes —sobre todo al marido de Ida y a la cuñada de Phillip, ambos impresentables— e incluso llevando algunas de sus perplejidades afectivas al pantanoso terreno de la ideología de género, con concesión gay incluida.

Alguno dirá que la película es muy abierta y permite interpretaciones diversas de las situaciones que presenta. En parte es cierto. Pero, esta vez, las incursiones frívolas en el ámbito de la comedia —con algún que otro exhibicionismo sexual— devalúan bastante el impactante vigor de los pasajes melodramáticos. Una pena, pues la película, como todas las de Bier, tiene numerosos elementos de interés, también en su luminoso enfoque de la lucha contra una enfermedad grave. (Cope J. J. M.)