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Reseña:
Alcanzar las estrellas
Una historia sencilla y divertida de un kazajo enamorado del espacio y de una astronauta
El realizador alemán Veit Helmer se distingue por la creación de mundos cercanos al surrealismo en sus films Absurdistan y Tuvalu.Baikonur, donde también ejerce como coguionista, supone su tercer largometraje.
El título, Baikonur, hace referencia a una base de lanzamiento de cohetes espaciales en las estepas de Kazajistán. En una aldea cercana reside Iskander, conocido por sus vecinos como Gagarin, que como la mayor parte de los lugareños sobrevive a base de vender restos de metal de las astronaves que se lanzan a la estratosfera. Mientras trata de estar al tanto de un despegue interceptando comunicaciones de radio y siguiendo la retransmisión televisiva, Gagarin se enamora a distancia de Julie Mahé, una turista espacial preparada para viajar a bordo.
Helmer compone un film con bastante encanto, positivo y con cierta originalidad visual, que apuesta por luchar para cumplir los sueños, y reivindica el amor por encima de las diferencias de raza y clase social. Además, ensalza la unidad familiar y el compañerismo. Baikonur resulta amable y amena, si bien finalmente resulta ser demasiado sencilla y con alguna caída de ritmo.
El debutante Alexander Asochakov realiza un trabajo memorable interpretando sobre todo a base de gestos al protagonista, mientras que la francesa Marie de Villepin, vista en títulos como Malditos bastardos, demuestra ser la elección ideal como objeto de sus desvelos. Resulta obligado destacar la sugerente banda sonora, de Goran Bregovic, autor de El tiempo de los gitanos, que con sus notas acerca la cinta al estilo del cineasta Emir Kusturica. Decine21 / Almudí JD. LEER MÁS
