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Combustión

Combustión

Combustión
Contenidos: Imágenes (varias V+, X+), Diálogos (varios D)

Dirección: Daniel Calparsoro. País: España. Año: 2013. Género: Acción, thriller. Interpretación: Álex González (Mikel), Alberto Ammann (Navas), Adriana Ugarte (Ari), Luis Zahera, Marta Nieto, María Castro, Juan Pablo Schuck, Christian Mulas. Guion: Carlos Montero, Jaime Vaca y Daniel Calparsoro. Producción: Mercedes Gamero y Francisco Ramos. Música: Carlos Jean. Fotografía: Daniel Aranyó. Montaje: Antonio Frutos y David Pinillos. Dirección artística: Antón Laguna. Vestuario: Loles García. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Estreno en España: 26 Abril 2013

Reseña:

En busca del espectador más básico
Calparsoro dirige una cinta con coches, golpes, minifaldas… y ya

   Ari (Adriana Ugarte) es una chica guapa de Madrid, que se liga a hombres ricos para, una vez en sus casas, robarles con la ayuda de su novio Navas (Alberto Ammann). Ella quiere retirarse y huir de España; pero él quiere dar un golpe más, para redondear los ingresos que consiguen con los robos y con carreras ilegales de coches, en las que él participa. El pardillo elegido es Mikel (Álex González), a punto de casarse con Julia (María Castro), dueña de una prestigiosa joyería. Ari empieza su juego de seducción, pero descubre que Mikel es un tipo de fuerte personalidad, agotado de su aburrida vida burguesa y que, además, conduce de maravilla. Así que Ari se enamora de él.

   Tras mantener el tipo en Invasor, el barcelonés Daniel Calparsoro (“Salto al vacío”) se lanza al cine comercial más cutre e imitativo en “Combustión”, horrendo culebrón en el que dos productores de la exitosa “3 metros sobre el cielo” y dos guionistas de la serie televisiva “Física o Química” toman lo peor de sus trabajos y le añaden un toque de acción descaradamente parecido al de la saga de carreras de coches “A todo gas (Fast & Furious)”. Todo es artificioso y sonrojante, sobre todo las patéticas secuencias de sexo explícito, dosificadas con cronómetro, al igual que las explosiones de violencia brutal. Y, aunque alguna secuencia de acción resulta algo espectacular, el conjunto carece de ritmo y se viene constantemente abajo por culpa de unos diálogos malísimos, que agravan la limitación de recursos de unos actores que aquí sólo aportan sus “cuerpos danone”. Quizás haga una buena taquilla; pero, desde luego, esta película está entre las peores del último cine de género español. (Cope J. J. M.)