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El almirante
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El almirante

Admiral
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2011
  • Dirección: Andrey Kravchuk

Contenidos: Imágenes (algunas V), Ideas (adulterio F)

Reseña:

Año de producción: 2008
País: Rusia
Dirección: Andrey Kravchuk
Intérpretes: Konstantin Khabenskiy, Elizaveta Boyarskaya, Sergey Bezrukov, Vladislav Vetrov, Anna Kovalchuk, Egor Beroev, Richard Bohringer, Oleg Fomin
Guión: Vladimir Valutskiy, Zoya Kudrya
Música: Gleb Matveychuk
Fotografía: Tom Rolf
Distribuye en Cine: Flins y piniculas
Duración: 124 min.
Género: Bélico, Drama, Histórico

Entre el amor y la guerra

   Magnífica película rusa que recrea la historia real del almirante Aleksander Kolchak, quien tras demostrar su valentía, liderazgo y habilidad bélica contra los alemanes en el Mar Báltico durante la Gran Guerra, llegaría a convertirse en líder del llamado Ejército Blanco, que luchó contra los bolcheviques tras la revolución de 1917 y el derrocamiento del Zar. El film, una trágica historia de amor y guerra que se desarrolla a lo largo de los duros años de la revolución comunista que dio origen a la Unión Soviética, trae clarísimas reminiscencias de Doctor Zhivago, un modelo sin duda superior a El almirante, pese a la gran calidad de la película dirigida con estilo por Andrey Kravchuk, cineasta ruso nacido en San Petersburgo en 1962.

   Desde el comienzo, el espectador comprueba que va a ser testigo de una historia de tintes épicos. A la vez, ese comienzo supone una fabulosa presentación de los dos personajes masculinos más importantes de la película, los amigos Aleksander Kolchak y Sergei Timirov. Casados ambos, pronto Kolchak se enamorará de Anna, mujer de Timirov. Pero Kolchak es un hombre virtuoso y sus fuertes sentimientos no lo arrastrarán frívolamente.

   Alguien dijo una vez que las grandes historias son siempre historias de adulterios. También este film tiene esa temática, pero, como le ocurre a las grandes historias, nada de lo que se cuenta resulta superficial. Porque en esta película de época, que lo es, los personajes tienen un alto sentido del honor, de la palabra dada, una conciencia de que la virtud nos hace mejores personas. Y es este aspecto el que más conmueve del film: la historia rezuma grandeza y las palabras de San Pablo, citadas explícitamente en varias ocasiones -ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad, pero de éstas virtudes la más importante es la caridad- tienen sentido real en las vidas heroicas de muchos de los personajes.

   Estamos ante el retrato histórico de una época extinta, un mundo donde el honor era más importante que la vida, donde si uno mataba a una mujer en combate firmaba su propia sentencia de muerte, un mundo, en fin, en donde Dios estaba vivo en el corazón de la gente y donde los acontecimientos por trágicos que fuesen eran aceptados con fe en la voluntad divina, pese a que se negara al hombre su insondable significado. Por otra parte, las  interpretaciones son algo planas –con algún exceso histriónico, muy ruso– y el montaje  es fragmentado y arrítmico (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS