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El árbol

El árbol

The Tree
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2011
  • Dirección: Julie Bertucelli

Contenidos: Imágenes (algunas S,1:11:08-1:12:00 X)

Reseña:

Año de producción: 2010
País: Australia, Francia
Dirección: Julie Bertucelli
Intérpretes: Charlotte Gainsbourg, Morgana Davies, Marton Csokas, Christian Byers, Tom Russell, Gabriel Gotting, Aden Young, Penne Hackforth-Jones
Argumento: Judy Pascoe (novela)
Guión: Julie Bertucelli, Elizabeth J. Mars
Música: Grégoire Hetzel
Fotografía: Nigel Bluck
Distribuye en Cine: Golem
Duración: 100 min.
Género: Drama

La vida después de la muerte

   La historia de “El árbol” nos lleva a Australia, a un pequeño pueblo donde Dawn y Peter viven felices con sus cuatro hijos. Pero la muerte de Peter deja a la familia totalmente devastada. Y cada uno de ellos, para continuar viviendo, reacciona a su manera. La pequeña Simone, de ocho años, rechaza el duelo, prefiere trepar a la inmensa higuera que ocupa el jardín. Allí pasa horas y horas con su padre… Para ella, su papá se ha ido a vivir al árbol. La vida vuelve a la normalidad poco a poco y Dawn recupera fuerzas y un trabajo.

   Curiosa película basada en una novela de Judy Pascoe, que tiene el elocuente título "Padre nuestro que estás en el árbol", alusión evidente a la oración del Padrenuestro y a la idea central de la omnipresencia del padre ausente, representada por el árbol. Se diría que la autora de la novela y la directora y guionista de la película Julie Bertucelli juegan la carta de la ambigüedad y el contraste, al tratar algo tan real como la muerte, ayudadas por el símbolismo del árbol, un ser vivo, qué duda cabe, que con sus raíces y ramas invade el hogar de la rota familia.

   Hay en efecto algo de cuento y como mágico en lo relativo al árbol, aunque acaba quedándose corto como elemento sugerente, y en cambio termina siendo algo demasiado críptico, y hasta caprichoso si se quiere. Un gran símbolo, si la novelista o la cineasta, le confirieran un toque mágico o simbólico en la historia; pero no lo hacen, y el símbolo se convierte en un simple síntoma, el de la cabezonería de una chiquilla y la excentricidad de una familia, que se niega a aceptar una triste realidad. No obstante hay que reconocer que el film de Bertucelli se sigue con interés, aunque a ratos resulte reiterativo (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS