películas
El gran milagro
Destacada

El gran milagro

El gran milagro
  • Público apropiado: Todos
  • Valoración moral: Adecuada
  • Año: 2013
  • Dirección: Bruce Morris.
Contenidos: ---

Dirección: Bruce Morris. País: México. Año: 2011. Duración: 70 min. Género: Animación, drama. Guion: Luis de Velasco. Producción: Pablo Jose Barroso. Música: Mark McKenzie. Montaje: Rafael Rivera Gamino y Alberto Binetti Randieri. Distribuidora: European Dreams Factory. Estreno en México: 14 octubre 2011.

Reseña:

   Mónica es una joven viuda con un niño de nueve años al que debe sacar adelante. Chema es un veterano conductor de autobuses que tiene un hijo gravemente enfermo. Y Doña Cata es una bondadosa anciana que siente que su misión en la vida ha terminado. La historia de estos tres personajes en crisis se entrelaza en una iglesia, durante la celebración de la Misa. Con la ayuda de sus respectivos ángeles de la guarda —que se les aparecen visiblemente como tales—, todos ellos serán testigos del verdadero significado de la Eucaristía, de la lucha constante entre demonios y ángeles, y del triunfo de la fe, encontrando así un oasis de paz en medio de su dolor.

   Dos años después de su éxito en México, se estrena en España esta singular película de animación, especialmente dirigida al público familiar y que se basa en las revelaciones particulares de diversos místicos. Ciertamente, pesa mucho la bajísima calidad de su animación 3D, así como la premeditada explicitud de sus mensajes catequéticos, poco apta para ciertas sensibilidades, que prefieren la insinuación sutil al sermón a la vieja usanza, y el testimonio cotidiano del cristianismo a la efusión mística, a menudo inquietante y confusa.

   Sin embargo, esa explicitud recuerda al estilo pedagógico de pintores como El Bosco o Pieter Brueghel el Viejo, así como a los impactantes pasajes entre oníricos e hiperrealistas de “La Pasión de Cristo”, de Mel Gibson. Y, desde luego, se asienta en una ágil y eficaz planificación, en la que el veterano animador estadounidense Bruce Morris —que aquí debuta como director de largometrajes— despliega la rica experiencia que ha adquirido en diversos departamentos de películas de la talla de “Basil, el ratón superdetective”, “La sirenita”, “Pocahontas”, “Hércules”, “La espada mágica: En busca de Camelot”, “Buscando a Nemo”, “Tiana y el sapo”, “Planet 51” o la inminente “Jack el caza gigantes”. Además, el guión de Luis de Velasco está dialogado con veracidad, perfila a fondo a los personajes, desarrolla con vigor sus conflictos dramáticos y morales, y realiza un meritorio repaso, profundo y asequible a la vez, de las principales verdades del credo católico: la Encarnación de Jesucristo, la Eucaristía como centro de la vida del cristiano, el sacramento de la Confesión, el valor de la oración, la intercesión de la Virgen, los santos y los ángeles, la realidad del pecado y de los demonios, la actitud cristiana ante el sufrimiento, el Cielo, el Infierno y el Purgatorio… Unas verdades, por cierto, enfocadas desde una perspectiva laical, poco clerical, muy pegada al día a día de un cristiano corriente de hoy y ahora.

   Es una pena que sea de tan baja calidad la animación de esta película, pues este defecto limita notablemente sus grandes posibilidades como medio de evangelización entre un público muy amplio, sobre todo católico. De todas formas, tal y como están, sus directos y radicales mensajes resultan muy impactantes —también emocionalmente—, y muestran a su manera la belleza y grandeza de la religión católica, y especialmente de la Santa Misa. (Cope J. J. M.)