películas
El heredero del diablo

El heredero del diablo

Devil’s due

Contenidos: Ideas (mezcla sin originalidad de satanismo, vudú y gnosticismo paleocristiano F+)

Dirección: Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett. País: USA.Año: 2014. Duración: 89 min. Género: Terror. Interpretación:Allison Miller (Sam), Zach Gilford (Zach). Guion: Lindsay Devlin.Producción: John Davis. Fotografía: Justin Martinez. Montaje: Rod Dean. Diseño de producción: Anthony Medina. Vestuario: Ann Walters. Distribuidora: Hispano FoxfilmEstreno en USA: 17 Enero 2014. Estreno en España: 25 Abril 2014.

Reseña:

   Los recién casados Samantha (Allison Miller) y Zach McCall (Zach Gilford) no recuerdan absolutamente nada de una noche de su luna de miel en la República Dominicana, durante la que una adivina les vaticinó la llegada del Anticristo, y anunció a Samantha que sería la portadora del “primero de muchos de ellos”. 

   Nada más volver a su casa en Nueva Orleans, Louisiana, descubren que deben prepararse para un embarazo antes de lo previsto. Mientras va grabándolo todo para la posteridad, el marido empieza a notar un extraño comportamiento en su mujer, al que inicialmente ninguno de los dos da importancia, atribuyéndolo a los nervios. Pero, a medida que pasan los meses, se va haciendo evidente que los misteriosos cambios físicos y mentales que está experimentando Samantha tienen un origen mucho más siniestro.

   Nada aporta al género esta modesta y previsible película de terror, cuyo enfático guion en primera persona —escrito por la debutante Lindsay Devlin— mezcla sin originalidad satanismo, vudú y gnosticismo paleocristiano a partir de un planteamiento similar al de “La semilla del diablo” (1968), deRoman Polanski. Imitando con descaro la estética hiperrealista de la saga “Paranormal Activity”, los estadounidenses Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (“V/H/S”) generan una atmósfera suficientemente malsana y ruedan bien los numerosos sustos, algunos muy sanguinolentos. 

   Pero no logran dar entidad dramática a ninguno de los personajes, ni controlan el sincopado ritmo de la historia, que varía cada dos por tres. Queda así un filme imitativo, aburrido, deslavazado y olvidable. J. J. M.