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Dirección: Lasse Hallström. País: Suecia. Año: 2012. Duración: 122 min. Género: Thriller, suspense. Interpretación: Mikael Persbrandt (Erik Maria Bark), Tobias Zilliacus (Joona Linna), Lena Olin (Simone Bark), Helena af Sandeberg (Daniella), Oscar Pettersson (Benjamin), Anna Azcarate (Lydia), Jonatan Bökman (Josef). Guion: Paolo Vacirca; basado en la novela de Lars Kepler. Producción: Börje Björnbom, Börje Hansson, Bertil Ohlsson y Peter Possne. Música: Oscar Fogelström. Fotografía: Mattias Montero. Montaje: Sebastian Amundsen y Thomas Täng. Dirección artística: Lasse Westfelt. Vestuario: Karin Sundvall. Distribuidora: eOne Films Spain. Estreno en Suecia: 28 Septiembre 2012. Estreno en España: 12 Julio 2013.
Reseña:
Tras el éxito internacional de las novelas de los suecos Henning Mankell y Stieg Larsson, y de sus respectivas versiones televisivas y cinematográficas, el thriller nórdico se ha convertido en un subgénero de lo más inquietante. Del prolífico y ya sexagenario director sueco Lasse Hallström (“Mi vida como un perro”, “¿A quién ama Gilbert Grape?”, “Las normas de la casa de la sidra”, “Chocolat”, “Siempre a tu lado, Hachiko”, “Querido John”, “La pesca de salmón en Yemen”) llega ahora la adaptación de “El hipnotista”, la discutida novela del matrimonio formado por Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho Ahndoril, que firman con el pseudónimo Lars Kepler.
El salvaje asesinato de una familia en Estocolmo — el padre, en el instituto donde entrenaba a baloncesto; la madre y una niña, en su casa— pone en marcha una investigación policial. La falta de pistas hace que el comisario Joona (Tobias Zilliacus) solicite la ayuda de Erik Maria Bark (Mikael Persbrandt), un famoso y heterodoxo hipnotizador, que padece en ese momento una grave crisis con su esposa Simone (Lena Olin). La idea es que Erik interrogue al único superviviente de la familia atacada: Josef (Jonatan Bökman), un adolescente de quince años, que se encuentra en profundo estado de shock como consecuencia de las lesiones sufridas. La investigación toma un cariz inesperado cuando el hijo de Erik es secuestrado.
Lo que podría ser un thriller convencional adquiere unos tintes morbosos y truculentos, que subrayan los aspectos más oscuros del ser humano. Se le quiere dar un tinte existencial que resulta artificioso, subrayado por un guion de despacho. Ciertamente, unos actores brillantes mantienen en pie la película, y la puesta en escena es vigorosa; pero constituye un envoltorio inadecuado para una historia que no hay por dónde cogerla.(Cope J. O.)