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El último bailarín de Mao
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El último bailarín de Mao

Mao's Last Dancer
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Adecuada
  • Año: 2011
  • Dirección: Bruce Beresford

Contenidos:  ---

Reseña:

Año de producción: 2009
País: Australia
Dirección: Bruce Beresford
Intérpretes: Bruce Greenwood, Kyle MacLachlan, Joan Chen, Cao Chi, Amanda Schull, Wang Shuangbao, Guo Chengwu, Huang Wen Bin
Argumento: Li Cunxin (autobiografía)
Guión: Jan Sardi
Música: Christopher Gordon
Fotografía: Peter James
Distribuye en Cine: A Contracorriente
Duración: 117 min.
Género: Drama, Biográfico

Tribulaciones de un chino en Chicago

   Se trata de la historia real de Li Cunxin, adaptada de su autobiografía “Mao’s last dancer”, que cuenta cómo, en pleno caos de la Revolución Cultural China, Cunxin tuvo que dejar a los suyos, una familia de campesinos, para embarcarse en un asombroso viaje que acabó encaminándole hacia la libertad y el triunfo personal. La película nos relata cómo Li superó la adversidad, y cómo descubrió y exploró sus habilidades naturales y su gran talento como bailarín clásico. Para ello, no sólo tuvo que lidiar con sus propias limitaciones físicas, sino también con el castigo que le impuso el desconfiado gobierno chino tras su deserción a Estados Unidos.

   Bruce Beresford es un director recordado sobre todo por Paseando a Miss Daisy, película que obtuvo cuatro Oscar en 1990. La historia daba para hacer un film tan memorable como Noches de sol, de Taylor Hackford, muy similar argumentalmente, aunque en aquella cinta el protagonista venía de la Unión Soviética. Beresford ha elegido como protagonista a un excepcional y reputado bailarín, Chi Cao, recomendado por el propio Li Cunxin, que cumple como actor, a pesar de su inexperiencia absoluta en este área, y como era de esperar se luce muchísimo cuando baila.  Es cierto que Beresford no se luce especialmente en la puesta en escena, y que un realizador más inspirado le habría sacado más partido. Pero el film tiene momentos emotivos y además ofrece un convincente retrato de la China totalitaria de los años de Mao y posteriores.

   La película, que es obviamente crítica con la irracionalidad del comunismo maoísta,  presenta también una cierta crítica moral a los defectos del capitalismo. La cinta presenta el arte como lenguaje universal, la belleza como territorio común. Reflexiona también sobre el drama del inmigrante. En suma, una película emotiva, con un final apoteósico (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS