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Eternamente comprometidos

Eternamente comprometidos

The Five-Year Engagement
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
Contenidos: Imágenes (algunas X), Diálogos (varios D)

Dirección: Nicholas Stoller. País: USA. Año: 2012. Duración: 124 min. Género: Comedia romántica. Interpretación: Jason Segel (Tom), Emily Blunt (Violet), Alison Brie (Suzie), Rhys Ifans (Winton), Chris Pratt (Alex), Mindy Kaling (Vaneetha), Brian Posehn (Tarquin), Kevin Hart (Doug), Chris Parnell (Bill), Randall Park (Ming). Guion: Jason Segel y Nicholas Stoller. Producción: Judd Apatow, Nicholas Stoller y Rodney Rothman. Música: Michael Andrews. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Montaje: William Kerr y Peck Prior. Diseño de producción: Julie Berghoff. Vestuario: Leesa Evans. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en USA: 27 Abril 2012. Estreno en España: 7 Septiembre 2012.

Reseña:

El amor se enfría

Una comedia de la productora Apatow, no tan soez como las más soeces, pero igualmente aburrida y previsible

   En “Eternamente comprometidos” conoceremos la historia de Tom y Violet, una pareja de prometidos a los que en principio debería quedarles poco para ser felices y comer perdices, pero a los que sin embargo, quizá por cosas del destino o porque en realidad no están hechos el uno para el otro, a cada momento les surge un nuevo problema que obliga a retrasar la fecha de la boda. Esta vez su tono no es tan grueso y gamberro como otras cintas del equipo, quizá porque quieren dirigirse a un público más clásico. Pero no faltan los gags ácidos y escatológicos. Es demasiado larga -más de dos horas- y no tiene mucha hondura dramática, aunque entretiene y se deja ver.

   El director Nicholas Stoller (Todo sobre mi desmadre) vuelve a formar equipo con Judd Apatow para ofrecer una comedia en su línea de “cine de autor”, el de la nueva y gruesa comedia norteamericana. Pero, en fin, el talón de Aquiles de Eternamente comprometidos es el guión. Dista mucho de ser redondo; hay un claro estancamiento en el núcleo del conflicto (en parte porque resulta forzado) y el tramo final carece del encanto necesario para levantar el conjunto. Además, y esto es quizá lo más importante, falta chispa en la mayoría de los gags, chistes que presumiblemente tendrían que hacer despatarrarse al público y que no tienen el efecto deseado (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS

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