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Háblame de la lluvia

Háblame de la lluvia

Parlez-moi de la pluie
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2009
  • Dirección: Agnès Jaoui
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Reseña:

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Dirección: Agnès Jaoui
Intérpretes: Jean-Pierre Bacri, Jamel Debbouze, Agnès Jaoui, Pascale Arbillot, Guillaume De Tonquedec, Frédéric Pierrot.
Guión: Jean-Pierre Bacri, Agnès Jaoui
Fotografía: David Quesemand
Distribuye en Cine: Festival Films
Duración: 110 min.
Género: Drama, Comedia

Regreso al hogar 

    Agathe Villanova, una mujer feminista recientemente dedicada a la política, regresa durante unos días a su pueblo natal en el sur de Francia para tomarse un descanso y, de paso, ayudar a su hermana Florence a ordenar las pertenencias de su madre, recientemente fallecida. 

    En la casa, además de la familia de la hermana, vive una asistenta argelina, Mimouna, y su hijo, Karim, que decide realizar junto con su amigo Michel, director de cine en declive, un documental sobre Villanova. A partir de ahí se desencarnarán todo tipo de desventuras que constituyen ante todo una excusa para tratar el tema de la humillación y de las relaciones de sumisión (voluntaria o no). 

    Agnès Jaoui confía mucho en sus intérpretes principales y secundarios, a quienes da 'mucha cancha' porque filma casi toda la película a base de planos secuencias muy bien resueltos. Esta cinta  aborda asuntos de interés, como la política, las relaciones entre clases sociales, el cine, el feminismo y sobre todo el victimismo, pues sus personajes se sienten injustamente tratados por la vida, aunque no está claro si tienen razón o no. 

    Sin embargo, no parece haber ninguna intención de profundizar en nada. Parece que la cineasta estaba más interesada esta vez en componer un divertimento menor. Le salen eso sí, divertidos momentos cómicos, especialmente los que cuentan el caótico rodaje del documental. (Decine21)

    sta tragicomedia es inferior a Para todos los gustos y Como una imagen, sobre todo porque tiene menos solidez narrativa y porque la subtrama del rodaje del documental resulta mucho más ligera y boba que las demás. 

    En este sentido, la cineasta francesa desaprovecha una buena oportunidad de transmitir sus ideas personales sobre temas tan importantes como el racismo, la dedicación a la política, el clasismo, las relaciones de pareja, el feminismo o la propia creación cinematográfica. 

    Algunas ideas lúcidas surgen de vez en cuando, marcadas por ese humor directo e inteligente, cercano al de Woody Allen y al de directores judíos argentinos, como Fabián Bielinsky, Daniel Burman o Damián Szifrón, e israelíes, como Eran Kolirin o Eran Riklis. Pero el conjunto resulta un poco deslavazado y demasiado leve como para cautivar incondicionalmente al espectador. Además, acaba dominado por un tono amargo y desesperanzado. 

    De todas formas, las interpretaciones son muy buenas y Jaoui vuelve a demostrar que sabe dónde poner la cámara. De modo que la película se deja ver muy bien, sobre todo en comparación con otras tragicomedias similares. (La Gaceta JJM / Almudí)