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Hijo de Caín

Hijo de Caín

Hijo de Caín
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
  • Dirección: Jesús Monllaó Plana.
Contenidos: Imágenes (algunas V, X)

Dirección: Jesús Monllaó Plana. País: España. Año: 2013. Duración: 87 min. Género: Thriller. Interpretación: José Coronado (Carlos Albert), Julio Manrique (Julio Beltrán), Maria Molins (Coral), Jack Taylor (Andrew), David Solans (Nico Albert), Mercè Rovira (Patricia), Abril García (Laura), Helena de la Torre (Diana). Guion: Sergio Barrejón y David Victori. Producción: Sebastià Mery. Música: Ethan Lewis Maltby. Fotografía: Jordi Bransuela. Montaje: Bernat Aragonés. Dirección artística: Josep Massagué. Vestuario: Núria Anglada. Distribuidoras: Alfa Pictures y Life & Pictures. Estreno en España: 31 Mayo 2013.

Reseña:

   “Hijo de Caín” es el demasiado elocuente título de la ópera prima del cortometrajista de Tarragona Jesús Monllaó, un thriller basado en la novela “Querido Caín”, de Ignacio García-Valiño. Relata la historia de una familia catalana de alto standing, aparentemente feliz, pero muy condicionada por la actitud antisocial del hijo adolescente, Nico (David Solans, un brillante debutante). Este es un gran ajedrecista, pero le hace la vida imposible a su padre Carlos (José Coronado), de modo que éste decide contratar a un psicólogo, Julio (Julio Manrique), que intente reconducir la situación. Su madre, Coral (Maria Molins), trata de mantener el equilibrio entre ambos.

   Indudablemente, el filme tiene muchas cosas a su favor: está bien rodado, cuenta con un José Coronado excelente, y sabe crear momentos de tensión. Pero también existen importantes defectos. Por un lado, muchas situaciones son demasiado previsibles, lo que resta suspense a dichas escenas. Otras no están bien contadas, y algunos giros de guión están traídos por los pelos, especialmente en el tramo final, que es el más importante. Por otra parte, hay momentos en los que todos los personajes saben más que el espectador, cuya ignorancia no se corresponde con el punto de vista de ningún personaje, y esto resulta excesivamente tramposo.

   La película se mete en el aireado mundo de la pederastia, para dar un quiebro y reivindicar la presunción de inocencia, algo que en muchos medios de comunicación ha sido definitivamente descartado. También plantea la cuestión del perdón en la pareja, y la urgencia de una paternidad responsable. Hubiera bastado cocinar un poco más el guión para obtener una notable película. En cualquier caso, Monllaó demuestra oficio, y merece seguir teniendo oportunidades. En el pasado Festival de Málaga, el filme consiguió el Premio ASECAN Ópera Prima. (Cope J. O.)