Contenidos: Imágenes (frecuentes S+, X+), Diálogos (varios D), Ideas (amoralidad, hedonismo, prostitución, erotismo F+)
Dirección y guion: François Ozon. País: Francia. Año: 2013. Duración: 95 min. Género: Drama.Interpretación: Marine Vacth (Isabelle), Géraldine Pailhas (Sylvie), Frédéric Pierrot(Patrick), Fantin Ravat (Victor). Producción: Eric Altmayer y Nicolas Altmayer.Música: Philippe Rombi. Fotografía: Pascal Marti. Montaje: Laure Gardette. Diseño de producción: Katia Wyszkop. Vestuario: Pascaline Chavanne. Distribuidora:Golem. Estreno en Francia: 21 Agosto 2013. Estreno en España: 7 Marzo 2014.
Reseña:
Isabelle (Marine Vacth) es una guapa chica francesa de 17 años, que vive con su madre Sylvie (Géraldine Pailhas), su padrastro Patrick (Frédéric Pierrot) y su hermano preadolescente Victor (Fantin Ravat). Obsesionada por el sexo, un verano Isabelle pierde la virginidad, y durante el otoño siguiente se dedica a anunciarse en webs de contactos y a prostituirse con hombres mayores, ganando así una estimable fortuna a espaldas de sus adinerados y despistados padres. Pero, en el invierno y la primavera, sus actos tendrán dramáticas consecuencias, que harán temblar la estabilidad de esta familia burguesa, y quizás obliguen a Isabelle a madurar definitivamente.
Contada así, podría parecer que “Joven y bonita” es una interesante fábula moral que disecciona la hipersexualización de las sociedades occidentales. Nada más lejos de la realidad. Con ecos evidentes de “Belle de Jour”, de Luis Buñuel, esta última película de François Ozon (“Bajo la arena”, “8 mujeres”, “Swimming Pool”, “5x2 (Cinco veces dos)”, “Mi refugio”, “Potiche, mujeres al poder”, “En la casa”) carece casi por completo de perspectiva ética, y confirma el enfermizo gusto del cineasta parisino por las historias sórdidas, y por un tratamiento explícito y morboso del sexo.
De hecho, cuando parece que la historia comienza a adoptar un cierto enfoque moral, Ozon da un giro y se lanza hacia una visión patéticamente complaciente con el autodestructivo hedonismo dominante, que entiende el autodominio como autorrepresión, y se deja seducir por las pasiones más animales del ser humano. De modo que, aunque está bien rodada e interpretada, “Joven y bonita” se queda en un insufrible ejercicio de exhibicionismo sexual y voyeurismo, sólo aliviado por las románticas y tristes baladas de la cantautora, actriz y modelo francesa Françoise Hardy.(Cope J. J. M.) (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS
| María en la tradición protestante La inquietud, una manera de encontrarse con la sabiduría ignorada de María |
| La libertad humana, don de un Dios que es Padre (en torno a una homilía San Josemaría Escrivá) |
| El mal moral y la persona humana |
| Cultura escolar y resistencias al cambio |
| ¿Por qué el hombre occidental se odia a sí mismo? |
| El concilio ecuménico Vaticano II: características de la recepción de un concilio singular (VaticanoII_II) |
| El concilio ecuménico Vaticano II: características de la recepción de un concilio singular (I) |
| La inculturación de la fe, desafío para una educación cristiana de calidad |
| Catolicismo y conquista del nuevo mundo. Función, apogeo y decadencia |
| El problema de la debilidad del espíritu |
| La ignorancia responsable en Aristóteles |
| EL VALOR DE LA AMISTAD EN LA VIDA DEL HOMBRE La libertad de ser uno mismo con el otro |
| La guerra de Rusia contra Ucrania: ¿cómo hemos llegado hasta aquí? |
| El deseo en la cultura de la seducción |
| Tolkien, maestro de la esperanza |