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Kamikaze
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Kamikaze

Kamikaze
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2014
  • Dirección: Álex Pina

Contenidos: Imágenes (algunas V, S)

Dirección: Álex Pina. País: EspañaAño: 2013. Duración: 92 min. Género: Comedia dramáticaInterpretación: Álex García (Slatan), Verónica Echegui (Nancy), Carmen Machi (Lola), Leticia Dolera (Natalia), Héctor Alterio (anciano),Eduardo Blanco (Eugene), Ivan Massagué (Camilo). Guion: Álex Pina e Iván Escobar.Producción: Mercedes Gamero, Álex Pina y Daniel Écija. Música: Manel Santisteban.  Fotografía: Miguel Ángel Amoedo. Montaje: Antonio de Frutos. Dirección artística:Fernando González.  Vestuario: Cristina Caspueñas y Elena Lahera. Estreno en España: 28 Marzo 2014. 

Reseña:

   Slatan (Álex García) es un hombre corriente de Karadjistán, atormentado por un trágico hecho del pasado, que se ofrece voluntario para hacer estallar en pleno despegue un avión de pasajeros que sale de Moscú con destino a Madrid. Sin embargo, una tormenta de nieve obliga a retrasar el vuelo, y todos los pasajeros son alojados en un hotel de montaña hasta que pase el temporal. 

 

   Este retraso obliga a Slatan a convivir durante tres días con sus futuras víctimas: Nancy (Verónica Echegui), una chica amargada con instintos suicidas; Lola (Carmen Machi), una extrovertida viuda, que viaja con sus dos pequeños hijos; Natalia (Leticia Dolera) y Camilo (Iván Massagué), unos discordantes recién casados en luna de miel; Eugene (Eduardo Blanco), un hablador vendedor de zapatos, y un anciano (Héctor Alterio), que toca el piano y tiende a filosofar. A través de esta entrañable pandilla, Slatan descubrirá de nuevo el amor y la amistad como escalas hacia la esperanza, la ilusión y las ganas de vivir.

 

   Algunos acusarán de demasiado blanda y optimista a esta primera película como director del español Álex Pina, guionista de series televisivas como “Los Serrano”, “Los hombre de Paco”, “El Barco” o “Bienvenidos al Lolita”. Pero se trata de una estupenda comedia dramática para casi todos los públicos, llena de aciertos y con defectos leves. 

 

   Gran parte de su atractivo reside en el ágil guion del propio Pina eIván Escobar, que propone un sugerente cóctel de géneros —del thriller político a la disparatada comedia de enredo, pasando por la acción estricta, la intriga y el drama intimista—, muy eficaz tanto en sus abundantes golpes de humor como en sus pasajes emotivos, algunos de gran intensidad. 

 

   Y casi siempre, en un tono inteligente y amable, sin burdas concesiones al mal gusto, que subraya constantemente aquella lúcida idea del neurólogo y psiquiatra vienés Viktor Frankl, fundador de la Logoterapia: “Por mucho que estemos sufriendo, siempre hay alguien que lo está pasando peor. De modo que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual”.

   Todos los actores responden muy bien a este audaz desafío, y componen una memorable galería de personajes, que disimulan sus perfiles arquetípicos con cercanía y veracidad. Cada uno tiene su momento de gloria, pero destaca especialmente Álex García, sensacional —hasta en el acento— en su compleja caracterización de Slatan. Una interpretación sobre todo dramática que se oxigena con los divertidos contrapuntos de Carmen Machi y el argentino Eduardo Blanco. 

 

   Por su parte, Álex Pina los mima a todos en su rigurosa puesta en escena, siempre nítida en su progresión narrativa y llamativamente potente en las escenas bélicas sobre el pasado de Slatan y en el tenso desenlace. Elogios especiales merecen la generosa producción de la película —poco habitual en el cine español reciente—, así como la matizada fotografía de Miguel Ángel Amoedo, que brilla especialmente en sus bellas panorámicas del pirenáico Valle de Benasque, donde se ha rodado el filme.

   En definitiva, otro paso adelante del cine español hacia la liberación de sectarias adherencias ideológicas y toscas estridencias groseras, en una línea parecida a la de “Ocho apellidos vascos”. Sería genial que tuviera un éxito similar.(Cope J. J. M.)