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La casa de las Dagas Voladoras

La casa de las Dagas Voladoras

  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2005
  • Dirección: Zhang Yimou
Director: Zhang Yimou. Guión: Li Feng, Zhang Yimou y Wang Bin. Intérpretes: Takeshi Kaneshiro, Andy Lau Tak Wah, Zhang Ziyi, Song Dandan. 119 min. CONTENIDOS: VS+F China, año 859. La otrora floreciente dinastía Tang está en declive. El malestar es general y el gobierno corrupto se enfrenta a numerosos ejércitos rebeldes. El mayor y más poderoso de ellos está gobernado por un misterioso nuevo líder. Dos capitanes locales, Leo y Jin deben capturar al nuevo líder, para lo que cuentan con un elaborado plan. El capitán Jin se hará pasar por un guerrero solitario y rescatará de la prisión a una revolucionaria, la bella y ciega Mei (Zhang Ziyi), para ganarse su confianza y llevarla a la sede secreta del ejército. El plan funciona pero, para su sorpresa, Jin y Mei se enamoran profundamente durante el largo viaje. ¿Cuál será el destino de estos desventurados amantes? Si se trata de amor verdadero, ¿por qué traman algo en sus mentes y ocultan secretos en sus corazones? Yimou, después del éxito cosechado por "Hero", tanto en la taquilla –fue número uno en EE.UU., donde hizo 53 millones (costó 30)– como entre los críticos, entrega a sus fieles una nueva película de artes marciales con aires de ópera danzada, producida nuevamente por el astuto Bill Kong, con un presupuesto mucho menor que el de "Hero". Artes marciales singulares, tal y como ha señalado el crítico norteamericano Robert Ebert en un divertido comentario. Dice Ebert que esta película encajaría en un contenedor bautizado por su colega Pauline Kael como "kiss kiss bang bang" pero añadiéndole la pegatina de "pretty pretty". Verdaderamente la nueva superproducción de Yimou, aun siendo menos redonda que "Hero", tiene momentos en los que solo cabe levantarse y aplaudir (sobre todo la larga y espectacular danza de las alubias, con una bellísima Zhang Ziyi). Es lo que hizo la prensa especializada –yo entre ellos– en el pase de la película en el Festival de San Sebastián. Las coreografías, el vestuario, las localizaciones (chinas y ucranianas), el sonido, la fotografía (Zhao Xiaoding aspira al Oscar en su debut), el montaje, los actores son de una hermosura arrebatadora en la que mucho tiene que ver el uso del color. Pero la historia es confusa, más confusa y enmarañada que en "Hero", que ya estaba bien servida. Y el guión es reiterativo y lineal, con varios pasajes eróticos bastante ridículos que suenan a concesión. Y desde luego está el asunto del final o, mejor dicho, de los finales: parece que los guionistas no sabían cómo terminar la película. De ahí que se entienda muy bien que bastantes admiradores de Yimou, al salir del cine, puedan hacer un comentario parecido a este: "Bueno, maestro, ya te has divertido bastante con las espaditas y las peleas en bosques de bambú. Además has hecho caja. Así que déjate de tonterías y vuelve a tu cine pequeño, ese que con muy poco logra conmovernos mucho". Pues sepan los admiradores del director de "Ni uno menos" que está rodando la historia de un japonés que viaja con su hijo a China para enseñar ópera. Yimou es una apasionado de la ópera y en 1999 fue director de escena de Turandot, representada en la Ciudad Prohibida.